Cuando una persona descubre que padece cáncer, o alguien conocido es diagnosticado con la condición, el pensamiento más recurrente es: ¿por qué? ¿Por qué me pasó a mí? La respuesta es que probablemente se deba al azar.
Cuando una persona descubre que padece cáncer, o alguien conocido es diagnosticado con la condición, el pensamiento más recurrente es: ¿por qué? ¿Por qué me pasó a mí? La respuesta es que probablemente se deba al azar.