Tras los atentados terroristas del 11/S la seguridad en los aeropuertos de los Estados Unidos se volvió algo paranoico. Nosotros imaginaríamos que los ciudadanos de ese país, e incluso los visitantes extranjeros, tienen una idea de los objetos que pueden, los que no pueden y aquellos que resultan absurdos portar durante los vuelos.
El pasado lunes (11), el vuelo 909 de American Airlines tenía programado despegar a las 8:00 p.m. e iniciar el recorrido desde Miami, Estados Unidos, hacia la ciudad de Buenos Aires, en Argentina. Sin embargo, terminó con hora y media de retraso, ¿la razón? Un grupo de siete pasajeros decidió bajar de la aeronave tras descubrir que el avión era pilotado por dos mujeres.
Algunos pueden llegar a argumentar que la época de oro de la aviación los hace sentir nostálgicos. En la década del 50, cuando las primeras aerolíneas ingresaron al mercado, volar en avión tenía un significado completamente diferente: el vuelo era toda una experiencia por sí mismo.
“En caso de despresurización de la cabina, las máscaras caerán automáticamente de los compartimentos situados por encima de su cabeza. Tome una de ellas, colóquela sobre la nariz y la boca, ajustando el elástico alrededor de la cabeza y después, si es necesario, auxilie a otros. En caso de un aterrizaje sobre el agua, recuerde que su asiento flota…”
La empresa británica de investigación tecnológica Center for Process Innovation (CPI) apuesta a que el próximo gran paso en el transporte aéreo público es un avión sin ventanas. Sí, eso que tanto luchas por obtener cuando compras un boleto está a punto de desaparecer y, aunque suene muy claustrofóbico, la idea podría revolucionar la forma de viajar.
La revolución industrial no sólo trajo beneficios, progreso, contaminación y todo ese argumento que tan bien conocemos. También fue responsable de llenar miles de títulos en los libros de récords, sobre todo tratándose de tamaño. En diferentes épocas, por las más variadas razones, el hombre ha creado máquinas gigantescas que impresionan por su tamaño y peso. Echa un vistazo a una lista de las 10 maquinas más grandes del mundo, productos de la tecnología moderna.
El 13 de octubre 2010, fue rescatado el 33º y último minero de una mina de Copiapó, en Chile, en un evento que cubrió las páginas alrededor de todo el mundo. Pocas personas, sin embargo, conocen el nombre de la bestia que hizo que el recate fuera posible. Se trata de la Strata 950, una perforadora gigante que hizo un túnel hacia el corazón de la mina donde los mineros estaban atrapados. La gigantesca máquina tuvo que cortar un agujero de 63 cm diámetro y más de 700m de largo, hasta llegar a la zona donde los trabajadores se encontraban. Una vez que el rescate resultó un éxito, la máquina debía ser desmantelada. Para el cumplimiento de esta misión, tuvieron que llamar a 42 camiones para traer todas las piezas.