Que una planta tenga predilección por la carne ya resulta extraño, pero más inquietantes son los rumores del árbol devorador de hombres de Madagascar. Una supuesta especie vegetal con sed de sangre humana. Aunque las plantas carnívoras son bien conocidas, esta clase de planta se alimenta de pequeños insectos y arañas. En la historia de la fitología no existe una sola especie capaz de digerir a un animal de gran porte.
Un estudio internacional que contó con la participación de más de un centenar de instituciones científicas concluyó que el Amazonas podría transformarse en una gran fuente de carbono para la atmósfera. ¿Lo peor? Estaría sucediendo ya en la próxima década. Este escenario tan desalentador y sombrío es consecuencia de los intereses agrícolas y madereros en la zona.
Durante una excursión de rutina en West Auckland, Nueva Zelanda, un grupo de biólogos encontró el tronco de un árbol popularmente conocido como kauri (Agathis australis) que no presentaba ningún retoño y, aparentemente, estaba muerto. Pero, tras una revisión más minuciosa encontraron que se trataba de un árbol vivo y se apresuraron a resolver el misterio.
Si hoy emprendiéramos una reforestación global con los árboles adecuados en zonas geográficas estratégicas, lograríamos extraer del ambiente hasta dos terceras partes del dióxido de carbono emitido desde la Revolución Industrial. La idea está muy bien arraigada en la conciencia colectiva, sabemos sobremanera que plantar árboles es benéfico para el planeta. Sin embargo, ahora tenemos un amplio estudio científico cuyas estimaciones ofrecen números realistas.
Cuando los trabajadores municipales de Coeur d’Alene, en Idaho, Estados Unidos, comunicaron a Sharalee Armitage que debían retirar un viejo árbol de más de un siglo de antigüedad de su patio, la dama no se tomó esta noticia de la mejor forma. Pese a la tristeza, la mujer mostró determinación para conservar, en medida de lo posible, aquel hermoso árbol. Así fue como, con ayuda de una organización sin fines de lucro, convirtió un fragmento del tronco en una librería gratuita para el aprovechamiento del vecindario.
Aquellos que se encuentran con el Gran Baniano, pueden creer que están en medio de un bosque, pero en realidad es un solo árbol. Ubicado en el Jardín Botánico Acharya Jagadish Chandra Bose, en la localidad de Haora, cerca de Calcuta, India, este baniano (Ficus benghalensis) se extiende sobre una superficie que supera los 14,450 metros cuadrados. Hablamos de un árbol cuya extensión supera, con toda facilidad, a la de un centro comercial.
