Una de las peores cosas que pueden suceder en una relación es que al cónyuge no le agrade la mascota de su pareja. Y cuando se llega el punto de inflexión en que solicita librarse del animal, la persona pude verse en un verdadero dilema.
Una de las peores cosas que pueden suceder en una relación es que al cónyuge no le agrade la mascota de su pareja. Y cuando se llega el punto de inflexión en que solicita librarse del animal, la persona pude verse en un verdadero dilema.