En el vasto mosaico de la biodiversidad, la rana pulga emerge como un fenómeno sorprendente que desafía nuestras percepciones convencionales sobre el tamaño en el reino animal. Y es que solemos dirigir nuestra atención hacia los animales gigantes, fascinados por su imponencia y majestuosidad. Sin embargo, un reciente hallazgo desafía nuestra percepción tradicional al revelar la grandeza en la miniatura de la “rana pulga”.
Si eres de los perezosos que prefieren morir de sed antes que levantarse por un vaso con agua, te presentamos un digno oponente: el Proteus anguinus, o proteus para los amigos. Es un anfibio cuyo hábitat se ubica en el fondo de las cavernas húmedas de Europa (principalmente Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina), un animal muy peculiar que, cuando no es molestado, pasa años estacionado en el mismo lugar. Los ejemplares de la especie fácilmente pueden alcanzar los 100 años de edad, y llevan una vida tranquila el fondo de estas cavernas.
Las ranas y los sapos pueden parecer animales inexpresivos y sin gracia a primera vista, sin embargo, son dueños de algunas habilidades extraordinarias que no se repiten en ningún otro animal en la naturaleza. Estas creaturas pegajosas con las que te divertías en la infancia contribuyen en el avance de la medicina de formas realmente inesperadas.
