Todas las grandes metrópolis en el mundo acaban por ‘tragarse’ a sus ciudadanos entre la locura insana del trabajo, las prisas, el tráfico, los clubes, el entretenimiento, casi todo funcionando al mismo tiempo en todas partes. Y una cosa es común a todas estas zonas extremadamente pobladas: a veces, la soledad se vuelve inevitable. Pero, por suerte, aun existen pequeños momentos hermosos que nos dan un soplo de aire fresco al alma y que siempre son muy gratificantes de ver.
¿Qué es el amor?
Un día Platón le preguntó a su maestro, “¿Qué es el amor? ¿Cómo puedo encontrarlo?” Su maestro respondió: “Hay un enorme campo de trigo al frente. Camina hacia adelante sin mirar atrás, y elige solamente un tallo. Si encuentras el tallo más magnífico, entonces habrás encontrado el amor.” Platón se adelantó, y en poco tiempo, volvió con las manos vacías, no había escogido ninguno. Su maestro le preguntó: “¿Por qué no elegiste cualquier tallo?” Platón respondió: “Porque yo sólo podía elegir una vez, y no podía dar marcha atrás. Encontré el tallo más magnífico, pero no sabía si había mejores por venir, así que decidí no escogerlo. Mientras caminaba más, los tallos que vi no eran tan buenos como el anterior, por lo que al final no tomé ninguno. Su maestro luego dijo: “Y eso es amor.”
El matrimonio, una relación monógama entre dos personas existe en prácticamente todas las culturas del mundo, sin embargo, se hizo evidente que es difícil mantener estas relaciones debido a razones sociales y también a los procesos bioquímicos. En base a esto último, un grupo de científicos ha propuesto el uso de fármacos que imitan la pasión para mantener a las parejas felices y juntos durante más años.
Brian Earp explica que en la antigüedad la pasión entre dos personas surgía por razones de supervivencia, un bebé tenía más probabilidades de sobrevivir si había dos padres que ofrecieran los cuidados necesarios. Cuanto más tiempo se prolongara la pasión más tiempo tenían los padres para reproducir y criar a sus hijos, y cuantos más hijos tenían, más crecía su afecto.