Prácticamente todo nuestro cuerpo es espacio vacío

Analiza todo aquello que hay a tu alrededor. Todo lo que existe en nuestro mundo no son más que cúmulos de átomos moviéndose a gran velocidad. Si has visto la representación de una de estas partículas, quizá hayas notado que existe un enorme espacio vacío que separa al núcleo, formado por protones y neutrones, de los electrones que orbitan a su alrededor.

Atomo ilustracion

Es más, ese espacio vacío corresponde a la mayor parte del átomo. En la práctica, esto significa que casi todo nuestro cuerpo – para ser más precisos, el 99.9999999% – está constituido por la nada. Sin embargo, ¿si esto es cierto, por qué no somos capaces de convertirnos en fantasmas y atravesar las paredes?

Quizá sea un poco más complicado de concebir, pero las cosas se simplifican si tomamos en cuenta que estas partículas están en constante movimiento. Aunque la mayor parte del todo esté formado por un vacío, la velocidad de las partículas nos proporciona la sensación de que tocamos algo sólido.

Esto se debe a que los protones, neutrones y electrones que componen al átomo se comportan de forma semejante a una onda, y somos incapaces de saber con exactitud cuál es la posición de cada uno de estos elementos.

 

¿Entonces, realmente nunca tocamos nada?

Pues sí, esencialmente. Cuando abrazas a alguien, lo que sientes no son los átomos que constituyen a esa persona, sino la fuerza electromagnética causada por los electrones de ambos empujando.

El tamaño de un átomo depende de la ubicación promedio de sus electrones, es decir, el espacio que hay entre el núcleo y la coraza externa del átomo. Los núcleos suelen ser 100 mil veces más pequeños que los átomos en los que están contenidos. Si el núcleo tuviera el tamaño de un cacahuate, el átomo tendría el tamaño de una cancha de futbol. Si redujéramos todo ese espacio vacío entre nuestros átomos, cada uno de nosotros encajaría perfectamente en una mota de polvo, y los más de 7 mil millones de seres humanos que habitan el planeta encajarían en el volumen de un cubo de azúcar.

Gato vs ventilador

Para hacer más fácil las cosas, podríamos recurrir a la analogía del ventilador. Cuando ves un ventilador apagado, es fácil darte cuenta que existe un montón de espacio entre cada una de sus aspas; sin embargo, en el momento que ese ventilador se enciende a alta velocidad, tenemos la sensación de que las aspas forman un gran disco sólido.

Así que no lo olvides: prácticamente todo a nuestro alrededor, incluso nosotros mismos, está constituido por átomos con grandes espacios aparentemente vacíos, y no puedes atravesar paredes por la misma razón que no es buena idea meter la mano en un ventilador en movimiento.

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