¿Por qué una borrachera nos desinhibe?

Imagina la escena: tus amigos te llaman para tomar unos tragos, llegas al bar y descubres que, justo en ese día, todo lo que pides viene doble. Las anécdotas y las risas van y vienen, cuando menos lo piensas ya tienes seis botellas de cerveza vacías frente a ti. La risa parece más suelta, no lo piensas dos veces antes de hablar y, de repente, lo único que tienes es un vago recuerdo de que algo vergonzoso terminó sucediendo aquel día.

borrachin

Al otro día, tus amigos deciden abrir la caja de pandora y te cuentan que perdiste la noción, te emborrachaste, mezclaste cerveza con vodka y vino, hiciste amistad con unos completos extraños, entraste al baño equivocado y una vez ahí perdiste la noción mientras estabas en el trono. Que feo, ¿no? Entonces te haces la vieja promesa de que nunca más volverás a beber de esa forma en tu vida, y mientras te tomas algunas pastillas para el dolor de cabeza te preguntas por qué será que la bebida hace esto con el ser humano.

 

Entra el alcohol y sale la verdad.

Es un hecho que nuestro organismo se ve alterado cuando ingerimos alguna bebida alcohólica, principalmente si lo hacemos en exceso. La cuestión es que, aunque esta droga sea percibida como una especie de desinhibidor mágico, de hecho es una sustancia supresora de nuestro sistema nervioso central. Evidentemente que la parte de la falta de inhibición puede suceder, pero también tenemos a la resaca, que no es más que uno de los múltiples efectos secundarios de una borrachera.

ahogado de borracho

Algunos estudios recientes vienen sugiriendo que la reacción de una persona al consumo excesivo de alcohol tiene que ver con cuestiones culturales y sociales que forman parte de su vida. En teoría, de esta forma se hace más fácil entender a los borrachos depresivos, a los somnolientos, a los expansivos, a los bromistas, a los que tuercen la mano y así sucesivamente.

Esta relación entre asuntos sociales y culturales puede entenderse fácilmente a partir del momento en que se realiza un autoanálisis: quien ya ha bebido en un día triste, por ejemplo después de terminar una relación, sabe que la borrachera posiblemente acabe en depresión. Por otra parte, cuando la idea es celebrar un cumpleaños o una promoción en el trabajo, la borrachera difícilmente será del tipo depresivo.

A veces el alcohol también es la oportunidad que la persona esperaba para soltarse, tomar valor y decir alguna cosa o tomar la iniciativa. En este sentido, incluso tenemos un aspecto de placebo, como sugiere una investigación de 2003, en la que los participantes recibieron agua tónica, creyendo que bebían vodka. En cuestión de minutos, comenzaron a actuar como si estuvieran borrachos.

Aun así, cada persona tiene una experiencia diferente cuando bebe, haciéndonos concluir que la reacción de cada uno depende de su humor en el momento de la borrachera. A continuación te presentaremos algunos de los posibles escenarios cuando se trata de ir de jarra.

 

Miopía alcohólica.

Los estudios de las últimas décadas sobre el comportamiento humano sugieren el modelo de la miopía alcohólica, que analiza el fenómeno que nos hace cada vez más miopes a medida que bebemos. Esto sucede por qué el alcohol perjudica nuestra visión periférica – aquello que vemos “en la esquina del ojo”– y nos hace enfocarnos en lo que tenemos al frente. Estas dos alteraciones visuales pueden ayudarnos a determinar los efectos del alcohol en distintas situaciones:

señor borracho

El ego y superioridad: es común que las personas alcoholizadas se sientan mejores en relación consigo mismas. Esto puede relacionarse con la visión distorsionada, que nos impide enfocarnos en aquellos defectos que más nos incomodan. Ese es uno de los motivos que hacen del alcohol una sustancia tan altamente adictiva.

Las preocupaciones reales pueden empeorar: ¿Alguna vez has tenido un día tan malo que creíste no había nada en el mundo que lo pueda empeorar? Pues intentar resolverlo ingiriendo bebidas alcohólicas puede hacer que las cosas se compliquen aún más. La explicación aquí se encuentra en la pérdida de la visión periférica, después de todo, si lo que percibimos a nuestro alrededor puede distraernos, retirar ese “efecto” nos hará concentrarnos en aquello que está mal.

El placer del momento: el tema de la visión enfocada en aquello que tenemos al frente puede hacer que el momento de la borrachera sea extremadamente placentero, aún más cuando tenemos relaciones que consideramos positivas. De nuevo, esto también explica los altos índices de dependencia alcohólica.

El rendimiento: el alcohol puede mejorar nuestro desempeño en algunas tareas, principalmente al hacernos que abandonemos nuestras inseguridades. Pero se requiere tener cuidado en este sentido, pues tratar con las inseguridades puede ser una tarea mucho mejor ejecutada si estamos sobrios. En lo que respecta a las presentaciones públicas, por ejemplo, se ha comprobado que el alcohol aumenta el nerviosismo y no al contrario.

 

¿Qué tipo de borracho eres?

Por más extraño que parezca, algunos científicos creen que es posible prever los efectos del alcohol en el cuerpo de una persona mientras empieza a beber. Dado que la droga desinhibe y nos hace impulsivos, relajados y menos selectivos, hay investigaciones que sugieren que el alcohol tiene reacciones diferentes según la personalidad de cada individuo, e incluso hay quienes sugieren que tiene que ver con especificaciones genéticas.

borracho durmiento

Está comprobado que el alcohol nos hace tener cualidades y deseos que ya teníamos cuando estábamos sobrios – así que no se trata de magia, sino de una puerta que se abre mucho más fácil. Debido a esto, es posible prever como será una persona ebria a partir de su personalidad sobria.

El agresivo: el borracho valentón generalmente es un hombre que tiene un historial de rabia e ira cuando está sobrio. Si la idea es evitarse problemas, lo mejor es no llamar a ese amigo impulsivo a las fiestas.

El calmado: estudios sobre el comportamiento ya han comprobado que las personas tranquilas en sus rutinas raramente se vuelven agresivas después de consumir alcohol. Son capaces de controlarse y no beben demasiado, pues calculan las consecuencias de sus decisiones.

El estresado: personas con problemas en el trabajo, en la vida de pareja o en sus finanzas deben evitar la bebida a toda costa. Serán unos borrachos aburridos y aún más estresados.

El kamikaze: además de la personalidad, los aspectos genéticos también interfieren en la forma en que nos emborrachamos. Las personas con casos de alcoholismo en la familia generalmente requieren consumir más alcohol para empezar a sentir los efectos. Además, estos borrachos de cantina son más susceptibles a los efectos de euforia del alcohol, lo que resulta peligroso y puede conducirlos al vicio.

El tequilero: es aquella persona que disfruta de beber, pero no lo hace con mucha frecuencia. Generalmente un trago de tequila es suficiente para dar inicio a una sesión de sedación. Son las personas que casi no beben, pero que cuando deciden hacerlo, necesitan ayuda para entrar en el taxi. Y de un balde al lado de la cama.

Fuentes:

Psy Blog | Greatist | NBC News

3 comentarios en «¿Por qué una borrachera nos desinhibe?»

  1. Jajaja de ahy viene el nombre del YANIMEACUERDO… Prefirio olvidar al q abuso de el.
    Y el primero q opino nisiquiera puso atencion ala lectura.. Solo repitio lo q dijeron… Ya habian puesto un ejemplo en q no era igual si festejabas un cumleaños o q si querias olvidar el desamor…e ahy el estado animico del q opinas…
    Hoy tengo ganas d criticar es todo.

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  2. uuuuy falto el enamorado:
    el boracho que quiere enamorar a cuanta vieja tenga enfrente

    tengan cuidado cuando toman porque anda suelto el v-i-o-l-a-b-o-r-rachos, con eso les digo todo

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  3. Yo creo que no es tan posible prever el efecto del alcohol en dicha clasificación puesto que no nos comportamos todo el tiempo de la misma manera. Más bien pertenece al estado anímico que se tiene en el momento (En lo personal he experimentado todas las casillas). Es un buen aporte, además siempre se sugiere beber agua conforme bebes alcohol para ayudar al hígado a procesarlo más rápido y no te embrutezcas tan rápido. Designar a un conductor y sobretodo siempre estar acompañado por personas de confianza absoluta. Creo por aquí mismo leí también que el SPRITE contrarresta los efectos de la cruda al día siguiente. En fin, “para todo mal mezcal, para todo bien también”
    😀

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