Dicen en Mashable.com que los perfiles de Facebook son como los ombligos, todos tenemos uno. Y es que cada día los usuarios de Internet en el mundo se vuelven más obsesivos con la red social.
Una de cada 13 personas en el planeta y tres de cada cuatro estadounidenses tienen un perfil en Facebook. Por si eso no fuera lo bastante increíble dicen que una de cada 26 usuarios entra a Facebook al menos una vez al día.
La ambición es una mala consejera, al menos fue la causa por la que el mítico Charro negro comenzó a aparecer en nuestro país. Se cuenta que hace muchos años en Pachuca vivían familias de mineros y jornaleros que trabajaban a deshoras y en condición de esclavos. Entre ellos había un hombre llamado Juan, un hombre ambicioso que no dejaba de quejarse de su suerte.
Aunque la cultura pop es cada vez más común entre los artistas, el trabajo de Strogulski Patrick es totalmente atractivo. Se ha tomado muy enserio la exageración de los rostros de los famosos haciendo especial énfasis en las características que los distinguen. Así tenemos imágenes de Brad Pitt, Jay-z, Mr. Bean, etc representados de una manera divertida y actual.
En el hospital infantil Hubei, localizado en la provincia Hunan, en China todo el personal está asombrado luego de que se comprobara que una bebé nacida prematuramente posee sangre de color rosa, distinta a la de toda la humanidad.
Una chica estadounidense, que sufre de un síndrome poco frecuente y no diagnosticado que le impide subir de peso, tiene que comer cada 15 minutos para seguir con vida. Lizzie Velásquez, de 21 años, originaria de Texas, quien es una estudiante de comunicaciones, pesa sólo 25,4 kg y tiene casi cero por ciento de grasa corporal, pero no es anoréxica.
Jamaica Yardies fueron los jamaiquinos que emigraron a Gran Bretaña en 1950. Ellos estuvieron involucrados en la violencia de pandillas y llegaron a ser conocido como Yardies. Llevan a cabo actividades del crimen organizado como tráfico de drogas y armas. Ellos no han tratado de infiltrarse en el sistema de aplicación de la ley por lo que no se consideran tan fuertes como otros grupos de la mafia. Todos los delitos implican el uso de armas de fuego cuyo uso está estrictamente controlado en Gran Bretaña.