Hablar del “Degollado de la Noria”, es tan similar como hablar del demonio. Los habitantes de este poblado de Guanajuato le tienen tanto miedo, que muy pocos se atreven a contar la historia.
Éste no es el caso de doña María, quien tuvo un papel muy especial en lo sucedido. Se cree que el degollado es su pariente que viene del más allá con el objetivo de advertirles a todos el peligro que se corre en esas regiones,
María tenía diez años cuando su madre la envió a vivir con su tía a la Noria, pues ella ya no podía mantenerla y su parienta estaba incapacitada para valerse por sí sola; hacia tiempo que estaba muy enferma. La tía de María había concebido un solo hijo, pero tenerlo era exactamente lo mismo que no tenerlo, pues era parrandero y agresivo.
La niña sabía que su tía estaba muy enferma y le daba mucha rabia saber que su primo no era capaz ni siquiera de ayudarla, por ello aceptó gustosa la invitación; ella nunca supo el verdadero motivo de enviarla allí. María estaba consciente de que pronto su tía iba a morir y no quería que pasara los últimos días de su vida esperanzada en un joven que al parecer nunca iba a sentar cabeza.