Mi amiga Rave

Hola, soy Hannah Silver, tengo 20 años, y estudio la escuela de derecho.

evil face

Estoy aquí para contar mi historia de la infancia. En ese tiempo, vivíamos en Eureka Spring, Arkansas, Estados Unidos, y eramos unos niños felices. Yo era muy torpe, nadie quería hablar conmigo, sólo Rave, mi primera y única amiga. Ella era alguien muy “oscura” por así decirlo. Como en aquel entonces teníamos 12 años, su madre pensó que era sólo una etapa que pasaría, y no le dio mucha importancia.

Un día, fuimos al único lugar donde nos gustaba reunirnos para jugar, allí nadie nos molestaba, y yo no sabía el por qué. Era un sitio muy extraño, con un jardín de rosas muerto, había una construcción bastante antiguo que ya se caía a pedazos. Aquel fatídico día, Rave me miró y dijo: -“Hannah, tengo que mostrarte un lugar, lo vi ayer” Y creí que era algo normal, después de todo así era ella, rara. -“Esta bien, Rave”.

Ella tomó mi mano y me dijo que cerrara los ojos, porque el camino era bastante especial. Caminamos bastante hasta que ella, en un tono autoritario dijo “Abre los ojos”. Y los abrí. Hasta el día de hoy me arrepiento profundamente de haberlo hecho, pero yo no lo sabía en ese momento.

Estudié el lugar con la vista; Una vieja casa, quiero decir, no precisamente una casa, se trataba de un antiguo castillo, que bien podría haber sido un lugar en dónde criaturas como vampiros, hombres lobo y brujas se reunían durante la noche. Con la pintura cayéndose, algunos agujeros, y una extraña niebla rodeado el lugar. Me decidí a mirar alrededor y no reconocí el lugar como parte de Eureka Spring, o al menos, no un lugar que yo hubiera visitado antes. Y, frente al castillo, sin soltar la mano de Rave, le dije – “Ravie, ¿dónde estamos? Estoy segura de que aquí no es Eureka Spring, y ni siquiera conozco este lugar. ¿Sabes dónde estamos? ¿Sabes regresar? ¿Tienes la más mínima idea de que hay cosas que la gente no debe meterse?” Ella contestó, sonriendo casi irónicamente -“Oh, Hannah, deja de ser una miedosa. Voy a entrar ahí, ¿vienes?”

-“Hmm… Ravie, ya está oscureciendo, ¿y si entramos otro día? Por favor, te lo juro que si entro, pero tenemos que venir preparada, ¿esta bien?” Rave estaba molesta, y a pesar de eso me dijo -“Está bien, pero ya vienes preparada, y no necesitas nada más. Cierra tus ojos, te llevaré de vuelta” -“Está bien” Caminamos mucho, hasta llegar al frente de mi casa, Rave me soltó la mano y se echó a correr, encaré a mi casa de un tono azul bebé, con detalles en color cobre. Entré a casa y mi madre estaba en la cocina y me gritó algo.

Fui a tomar una ducha, me puse un traje, cené y me fui a la cama. No podía dormir pensando en aquel lugar, y cuando por fin salió el sol, a las 4:30 de la mañana, yo ya estaba vestida y con una mochila a cuestas, hice una nota y la deje en la cama, escribiendo -“Mamá, ayer Rave me mostró un lugar y quiere que vayamos allí ahora. Yo sé que no te gusta, pero no sé dónde está exactamente, pero no es aquí en Eureka Spring. No te preocupes, volveré por la noche, alrededor de las 18:00 horas, a menos que alga sucede comigo. Estoy llevando gasas, cinta y las cosas por si algo me pasa. También llevo comida, porque no creo que pueda regresar para el almuerzo. Besos, Hannah” fui a la cocina, agarré un bote lleno de sal y tomé tres tupperwares. En el primero, puse cuatro bocadillos de jamón que hice temprano, cuando no podría sin dormir, y una pequeña barra de chocolate, lo cerré y lo puse en mi mochila. En el segundo puse cuatro rebanadas de pastel, que mamá había hecho el día anterior, y un pequeño tenedor desechable. Y en el tercero, miré a la nevera y saqué lo que había quedado de la cena de ayer, pasta, salsa de tomate, carne picada, y algo que olía bien. Fui hasta la farmacia y puse un montón de medicamentos, vendas y otras cosas en mi bolsa. Regrese a la cocina y puse una gran botella de agua y una linterna.

Al salir de casa me encontré cara a cara con Rave. -“Vamos.” Me sorprendió -“¿cómo supiste que estaba lista?” -“Am … er …. vamonos ya, luego se nos hace tarde” Fue la forma como esquivó mi pregunta. Esta vez permanecí muy atenta al camino. Preste bastante atención, pero de repente comenzó una niebla. Todavía era de mañana por lo que era … imposible. Pero estaba allí. Mire para todos lados y vi el edificio. Rave soltó mi mano y corrió dejándome plantado allí. Corrí tras ella. No debería haber hecho eso. No, en absoluto. Al entrar en la mansión sentí de inmediato el olor de… sangre, carne podrida, y … y el olor … de la muerte.

puerta

Me asusté, por supuesto. Miré el espacio a mi alrededor; las telarañas eran lo único visible en aquel sitio. Tomé la mochila que estaba en mi espalda y encendí la linterna. La tomé de la bolsa y la levanté en la oscuridad, iluminando con el haz de luz las partes oscuras de la casa. Vi las cosas rápidamente, tenía demasiado miedo de profundizar en algo, vi vario murciélagos con sus pequeños ojos rojos fijos en mí, vi una silla, o mejor dicho, un sofá, cubierto con una sábana y una mano humana, apoyada en el respaldo. Utilice la linterna para ver de quién se trataba, pero cuando el rayo iluminó el rostro, grité. Grité en voz alta y no podía moverme.

Los murciélagos volaban a mi alrededor, pero estaba paralizada. Allí, en aquel sofá, no era un ser vivo el que estaba sentado. Pero tampoco era un ser muerto. Lo que vi en realidad era algo imposible. Tenía forma humana, un cara, un ojo humano y dónde debería estar el otro había un… un agujero negro. Su mandíbula estaba rota, como si un lobo la hubiera arrancado y la boca abierta, con una baba negra que caía de su interior. El cuerpo no era más que un esqueleto con algunas partes con carne y piel, cubierta por una tela rasgada. Finalmente conseguí moverme, trate de buscar una salida con la linterna. Vi algunas otras “cosas” que prefería no mirar hasta que encontré una escalera.

Eran dos pisos y subí corrieron. A la mitad del segundo tropecé con algo. Algo medio suave. Lo iluminé con la linterna. Se trataba de un brazo. Grité en voz alta, y subí el resto de las escaleras. Caminé por un pasillo sin fin, y oí una risa proveniente de una puerta y corrí hacia ella. Escuché una vez más, tenía el sonido de la risa de Ravie. Corrí un poco más. Estaba en frente de la puerta y decidí iluminarla con la linterna. Empecé por la cima, donde vi unas cuantas manchas de pintura roja seca, ya descamadas, y cuando iluminé más abajo vi más pintura, dejada en las rendijas de la puerta. Miré otra vez, y me di cuenta que no era pintura, sino sangre. Grité nuevamente. Quién estaba allí, usando la voz de mi amiga, jamás lo llegaría a saber, porque nunca entré. Corrí hacia la última puerta. Finalmente llegué y me apoyé contra la puerta. Parecía seguro, no se escuchaba ningún sonido.

terror cara

Tomé la mochila de mi espalda y con la linterna examiné el contenido. Le di un vistazo a mi reloj y vi que era la hora del almuerzo. Tomé un sandwich del tupperware y empecé a comer. Cuando estaba en el tercer bocado, sentí algo golpeando a la puerta donde estaba apoyada. Una vez más. Y otra vez. Empezó a rasguñar. Me puse de pie, guardando todo en la bolsa, muy a prisa y sosteniendo el bocadillo en la boca. La puerta empezó a crujir, y en ella, se abrió un agujero. Era más de esas criaturas horribles. Esta vez los malditos gritaban, o casi, con voces horribles una cosa que se asemejaba a “comi…da”, había baba cayendo de sus bocas horriblemente desfiguradas. Tomé un pedazo de mi sándwich y lo lancé.

Corrí por el pasillo, y sentí que mis pies estaban mojados, y nuevamente escuché la risa. Sabía que lo que estaba en mi pie, desde luego, no era pintura. Corrí hasta una puerta casi al final, cogí el pomo de la puerta y la abrí. Grité. En aquella habitación había una cama, sucia y maloliente. Pero lo que más me asustó fue un enorme perro, o tal vez un lobo que yacía allí. Así es, un enorme lobo yacía allí. Y abrió los ojos y me miró. Tenía los ojos completamente plateados. Sin pupila, ni nada. Cerré la puerta y corrí escaleras abajo, esta vez no tropecé con en el brazo como la última vez, pero logré escuchar unos ruidos detrás de mí.

Me di la vuelta y no había nada, pero la puerta donde estaba el lobo estaba casi rota, ¡maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea! Corrí y terminé tropezando con mis propios pies. Y por si no fueran suficientes problemas estaba teniendo un ataque de pánico. Mi corazón latía con fuerza en el pecho, cuando me caí sobre algo blando, una sábana blanca. Así es, caí sobre el sofá, junto a la “cosa”. Centré el haz de la linterna en una puerta, en lo que parecía ser la cocina, o algo del tipo. Vi a un ser alado en frente de una puerta, y pensé -“qué bien, mi ángel de la guarda” No era un ángel. Las alas, vistas más de cerca, eran de un color negro con escarlata. El pelo largo y sedoso caía por su espalda, no quería mirar más. Me acordé de la puerta. Corrí hacia allí, con la esperanza de que estuviera abierta. No lo estaba, pero el mango estaba oxidado, casi se desmoronaba al tacto. Le di una patada con fuerza y finalmente la puerta ​​abrió. Tomé el bote de sal y rodee el castillo. Y corrí a través de la niebla.

Llegué a casa agotada, ya era de noche, y llamé a la puerta 5 veces, casi me arrastraba. Mamá abrió la puerta y gritó mientras me abrazaba, preguntando si todo estaba bien. Le dije que sí, y ella me envió a la ducha. Me miré en el espejo. Mi cabello estaba lleno de sangre. Estaba toda cubierto de sangre. Mi pie no era el único lugar con cortes. Estaba toda arañada, especialmente en los brazos. Deje que el agua lavara todo, junto con los recuerdos de ese día. Al mes siguiente, mamá y yo fuimos a otra ciudad. Desde el día que pasé en ese lugar, nunca vi a Rave. Pero después de todo eso, tan sólo el recuerdo de Rave trae todo de nuevo a la superficie.

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16 comentarios en «Mi amiga Rave»

  1. “Le di un vistazo a mi reloj y vi que era la hora del almuerzo. Tomé un sandwich del tupperware y empecé a comer”……
    jajajajajajajajaja aqui termina la historia…..”empece a comer”

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  2. Wow, hora del almuerzo y valiendo todo, se pone a comer como si nada. Encuentra un cabrón sin mandíbula y de la nada menciona “como si fuese arrancada por un lobo”. Además de murciélagos de ojos rojos (ok, para el suspenso, lo paso) y de olor a sangra.

    Olor a sangre, no me friegues. Sangre descompuesta, quizás, pero en si esa cosa no tiene olor.

    Esta historia comenzó bien, pero justo iniciando en el párrafo de “olor asangre” poco a poco va decayendo (Ya ni hablar de redacción, ortografía y demás…)

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  3. jaja “Tomé la mochila de mi espalda y con la linterna examiné el contenido. Le di un vistazo a mi reloj y vi que era la hora del almuerzo. Tomé un sandwich del tupperware y empecé a comer”
    Yo no comerìa si tuviera miedo en ese momento! LOL

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  4. “Tomé la mochila de mi espalda y con la linterna examiné el contenido. Le di un vistazo a mi reloj y vi que era la hora del almuerzo. Tomé un sandwich del tupperware y empecé a comer”

    Es en serio? quien en su sano juicio al ser perseguido por entes demoniacos y seres sobrenaturales decide irse a la parte alta de la casa encerrarse y tranquilamente ponerse a comer encerrado en un cuarto de la mansión maldita?

    es lo malo de los cuentos escritos por adolescentes.

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