La cultura del estrés: necesitamos tomarnos el tiempo.

Michel de Montaigne, un filósofo y escritor de origen francés, apuntaba en uno de sus ensayos que el tiempo es el único gobernante permanente y absoluto en el Universo. Un gobernante escrupulosamente justo, que trata a todos de forma absolutamente igual, sin distinción de ningún tipo y, por esto, el gran nivelador ante el que todos son iguales. Todos tienen la misma cantidad de tiempo y la misma libertad de elección sobre lo que hacen con él.

estres sociedad

Haciendo una reflexión sobre estas palabras, es imposible no pensar en la gravedad con la que abordamos este tema. Es triste encontrar todos los días a tantas personas que descuidan su tiempo. Y es que nos hemos convertido en una sociedad enferma que ha perdido la capacidad de experimentar de forma genuina, de callar y contemplar, de comprender, escuchar, aprovechar, de mirar detenidamente, de tomarse el tiempo. Vivimos en una “cultura del estrés”, predicada y adorada por muchos. Codiciada y sobrevalorada por otros tantos. Es la cultura del “no tengo tiempo para nada”, de esos pobres adictos al trabajo que viven como si portaran una medalla en el pecho, orgullosos de no tener tiempo. Y perciben al estrés como su templo particular, como si fueran un ejemplo a seguir de vidas ocupadas y cosas por hacer, de cosas acumuladas. Las tareas, las reuniones, las fechas límite. Este tipo de personas parece no darse cuenta que el éxito no está en la falta de tiempo, sino todo lo contrario. Personas que hacen del estrés una parte integral de su existencia, de su personalidad. Peor aún, piensan que es “bonito”, que las cosas son así, le guste a quien le guste, le pese a quien le pese y la vida sigue… a las carreras, por supuesto.

Es un requisito andar siempre con prisa si quieres sacar lo mejor de esta vida. Debemos vivir cansados. Obtener resultados. Por qué así es como se hace. Se requiere que consumas, que negocies, que poseas. Nunca se trata del ser, jamás del ser, la vida no tiene tiempo para ese tipo de drama. El éxito no pierde tiempo con las puestas de sol.

David Brooks, un escritor y pensador del The New York Times, escribió en su libro “The Road to Character“, que “vivimos en una sociedad que nos impulsa a pensar en cómo tener una gran carrera, pero deja a muchos de nosotros desarticulados sobre cómo cultivar la vida interior”. No puede tener más razón. La presión en la que vivimos por tener “éxito” y “admiración” nos transforma en un colectivo feroz y competitivo, boicoteando la calidad de vida, recorriendo un camino totalmente contrario a esto. En la mente del autor, todo ese estrés al que las personas están tan acostumbradas, y con el que han aceptado vivir, provoca un ruido, haciendo que sea mucho más difícil escuchar los sonidos que emanan de las profundidades de nuestro ser, limitando el espacio a la creatividad y espiritualidad. Es decir, el estrés, las prisas, el exceso de trabajo no hacen más que destruir nuestra identidad individual y la búsqueda de una vida plena. El autor asegura que es necesario auto confrontarse, en lugar de abrazar la cultura del estrés. El libro incentiva a una reacción “elegante” para hacer frente a la superficialidad de la cultura del estrés, en lo que el autor llamada “mediocridad moral de autosatisfacción”, que define a la vida moderna.

Una vida que sigue por los almuerzos de quince minutos, por las horas que no se pasan con los hijos, con la familia. Continúa entre noches mal dormidas, cenas a destiempo, conversaciones pérdidas, cumpleaños olvidados y cervezas que se calientan. Se sigue entre lunas que no fueron contempladas, naturaleza ignorada, vacaciones pospuestas. Por la falta de diálogos, por los celulares encendidos y los pasos apresurados. Es esa la vida que la sociedad conoce, vive y acepta. Es esa la vida que a muchos les encanta vivir.

Y la vida, que es bella, encuentra en este tipo de gente su más trágica definición: “la vida es corta”. La vida es corta para quien se considera más importante que ella. La vida es corta para quien se entrega a la tiranía del trabajo sin medida, de la ambición desenfrenada, de las triquiñuelas de la palabra “éxito”. Que nos perdone Benjamin Franklin y sus célebres palabras “time is money“. No es así, de ninguna forma. El tiempo es algo mucho más valioso que el dinero, mucho más completo, mucho más generoso, infinitamente más necesario. No, la vida no es corta, simplemente es suficiente.

dia de campo

Pero es necesario que sepamos vivirla. Y saber vivir es saber cuándo dejar de correr. Acaso no viviríamos con mayor plenitud si nos tomáramos con más calma las cosas, las personas y las circunstancias. Si supiéramos lo que es la moderación, si tuviéramos la capacidad de combinar todas las necesidades de una forma igual e integrada en nosotros mismos. Pero no, que forma más asquerosa de vivir la vida, entre una reunión y otra, entre una llamada y otra, entre una ambición y otra.

Aquellos que viven corriendo no cierran los ojos ni abren los brazos, tampoco se arriesgan a la vulnerabilidad de lo espontaneo, ni se pierden en la lógica. Hay que perder la agenda y las previsiones. Ser desprevenido. Y, aun así, estar satisfechos. Tener más la cabeza en las nubes que los pies en la tierra. Quitarse los zapatos y andar descalzo. Desconectar el celular. Reír, llorar, viajar, llamar a alguien para ir a bailar. Comprar flores. Cocinar. Aprender que el éxito depende de la resta y no de la suma, saber que menos es más. Aprender a ser generosos con nosotros mismos. Ser generosos con el propio tiempo. Ámate a ti mismo y, por favor, tomate el tiempo.

Quizá te interesa:

7 comentarios en «La cultura del estrés: necesitamos tomarnos el tiempo.»

  1. pues en parte tiene razon, pero la sociedad actual es mas esclava del dinero, lo material y las apariecienas, todo orquestado en una carrera por conseguir aquello que nos han dicho es el exito y la felicidad, yo al igual que muchos mi trabjao es de entregar algo con fechas muy cortas, eso causa estress siempre, pero tengo mi escapatoria personal que es la lectura, me hago tiempo para eso, desconecto celulares y todo lo que me distraiga para leer, en el camino a casa tmb leo, de echo prefiero ir en transporte publico leyendo que manejar, al final cuando leeo tomo energias para continuar con la rutina y asi poder de vez encuando romperla, pero si como dice ATEO todo es dinero ahora cuanta falta nos hace que pudieramos volver a vivir en un bosque y solo consumir lo que cazaramos o sembraramos, pero bueno no siempre se puede, asi que debemos aprender a vivir en esta estressante realidad.

    Responder
  2. Les contaré que no tengo trabajo, y veo que muchos de los ejemplos de “vivir la vida” se trata de viajar, comprar flores y regalos, darse el tiempo para estar con la familia, pero lamentablemente todo es tiene algo en común: “dinero”, es un mal necesario, sin dinero no eres nadie, así de simple. Mañana tengo una entrevista de trabajo y espero que me vaya bien, ya que no trabajo hace un mes y no saben el estres que esto conlleva, el gasto diario para la comida, la lonchera para el colegio, los pagos de mensuales de educación, electricidad, agua, cable, “internerd” y demas, solo hacen que alguien que este pasando por el mismo problema que yo comprenda cuanto estres hay en todo eso. En lo que si concuerdo es en que la vida es suficiente según tu expectativa de vida, para mi con 45 años de vida es más que suficiente. Saludos marcianos.

    Responder
    • Me pasa algo similar, no tan extremo de no tener celular, lo que hago es que sólo lo veo sí suena y eso sí alcanzo a contestar la llamada y si no pues no pasa nada; en cuanto a los chinnngadosss grupos del what los tengo todos en silencio y cuando suena un mensaje en particular sí lo escucho bien y si no tampoco lo veo. Sí alguien realmente quiere hablarme o invitarme algún lado me hablará y si no pues tampoco pasa nada.

      Responder
  3. Celular ?, y eso con que se come ?, yo como muchos tengo un trabajo en donde el estres esta a la orden del dia y en donde todos los asuntos de la oficina “son urgentes” o “son para ayer”, sinceramente no me puedo dar el lujo de hacerme de un aparato de estos, primeramente por lo monetario, segundo porque mis familiares y amigos saben donde encontrarme y tercero porque con un celular menos me dejarian descansar en mi trabajo, por ejemplo hoy salgo de laborar a las 6:00 PM y si hay algun problema en la tarde/noche no tienen como localizarme, estamos tan acostumbrados a tener que estar estresados que sinceramente cuando no lo estamos aun sentimos que es asi, maldita monotomia que dia a dia tenemos que estar haciendo cosas nuevas para no sentir que el estres nos oprime.

    Responder
  4. les a pasado que de pronto tienen estres y no saben ni de que? me refiero a que estas tan acostumbrado a sentir estres que llega un momento en que terminaste de hacer todo lo que tenias que hacer y en lugar de estar tranquilo sigues sintiendo estres y no saben ni de que… yo por eso no traigo celular, soy de mas de la vieja escuela, viajo en el autobus y en lugar de ir checando como p-e-n-d-e-j-o el celular cada 2 minutos, contemplo mis pensamientos o voy pensando otras cosas, pero en fin, y aguas con los mas chicos que clase de educacion les estamos dando, niños con celular? para que quiere un niño cel, mi hijo me lo pidio y le dije que nanay, y cuando vamos en el carro, en lugar de ir bobeando en cel de su mama lo pongo mirar por la ventana, para que vea el campo, en fin

    Responder

Deja un comentario