Soy jurado en un caso muy extraño – parte III

Antier, después del tribunal, vine directo a casa y escribí todo lo que sucedió desde la publicación anterior. Creo que es mejor dejar todo documentado, en caso de que algo llegue a suceder. Al menos así, sabrán lo que está sucediendo y me aconsejarán de la mejor forma.

puerta oscura terror

Bueno, como ya lo mencioné, ese día regresé a casa y publiqué las actualizaciones y, no mucho después de eso, recibí una llamada de Lisandra (aquellos miembros del jurado que estaban siendo afectados intercambiamos números telefónicos). Me platicó que mientras conducía a su casa fue perseguida por algo. No era otro auto o persona, en sus propias palabras, “era algo que siempre estaba solamente en mi visión periférica”, como si lo pudiera ver solamente de reojo y cuando volteaba la cabeza desaparecía.

Después que regresó a casa, donde le había pedido a su esposo que atornillara la puerta del ático, se sentó en la sala. Cuando la cosa regresó a su visión periférica, Lisandra no volteó la cabeza para intentar verla, simplemente siguió viendo al frente. Me contó que esta cosa se fue aproximando a su cabeza poco a poco en el transcurso de 2 minutos. Se posicionó muy cerca de su rostro, a unos 20 centímetros, y entonces miró hacia arriba. Voy a utilizar las mismas palabras que Lisandra me dijo, pues se quedarán conmigo para el resto de mí (esperemos larga y aburrida) vida:

Era el rostro puro del mal. Era la ira, el odio y la maldad encarnada”.

De acuerdo con el relato de Lisandra, donde debían estar sus ojos no había más que unos agujeros, y la piel podrida caía a pedazos de su rostro. Tenía dientes que parecían ir en varias filas hasta su garganta, no afiliados, sino rotos, como las astillas de la madera. Mientras se aproximaba, el terror la consumió. Cuando ya no pudo aguantar más, se volteó para verlo directamente, y ya había desaparecido.

Decidí tomar en cuenta el consejo de varias personas que comentaron en el foro donde publiqué anteriormente y me fui a pasar la noche a un hotel. Arreglé mis cosas en una mochila y salí de casa. Mientras aseguraba la puerta pude escuchar algo arrastrándose adentro. Caminé hasta la ventana y lo espié. El polvo negro estaba por todos lados. No estaba allí hacía unos instantes, pero ahora cubría toda la sala, la televisión, y las partes de la cocina que podía ver desde fuera, el suelo del corredor también, las paredes y hasta el techo. Entré en mi auto y me largué de allí.

 

La pesadilla.

En el hotel todo fue con normalidad. No me sucedió nada físicamente, pero tuve la pesadilla más aterradora que he experimentado en mi vida.

En el sueño me encontraba en casa, caminando hacia el ático. No tengo intenciones de seguir, pero algo me obliga a continuar. Abro la puerta y miró hacia arriba, puedo escuchar el sonido de una respiración proveniente de ese lugar. Extiendo el brazo y libero la puerta, a continuación un polvo negro cae y cubre todo el corredor. Veo nuevamente hacia arriba, a la oscuridad de mi ático, veo dos manchas negras que son aún más oscuras que la nula iluminación del lugar, si es que tiene algún sentido. Confronto aquel par de puntos negros en la total oscuridad y comienzo a subir.

De repente, algo me toma por detrás y me balancea como un péndulo desde la escalera hasta la pared del corredor, que en este caso tiene todas las vigas rotas. Soy empalado, pero sigo con vida. Después, algo que no puedo ver me saca de la pared, comienza a romperme todos los huesos, uno por uno, y me introduce a una maleta. Entonces, escucho las palabras “adelante, sube”, y me despierto totalmente sobresaltado en la cama.

fantasma bajando las escaleras

Bueno, todos sabemos el significado de este sueño. Es una reconstrucción del asesinato en el que soy jurado. Estoy casi seguro de lo que significa el “adelante, sube”. Probablemente me inviten a subir al ático. Como un gran reto. Pero no, muchas gracias.

Me dirigía a la corte hoy por la mañana y cuando estaba a punto de salir, caminando por el corredor, noté una pequeña montaña de polvo negro frente a un armario de servicio. No me detuve a averiguar el motivo.

Hoy por la mañana, Trinette y Lisandra fueron con el juez para contarle lo que estaba sucediendo. Me dijeron que el juez simplemente se limitó a arrojar sus quejas bajo el tapete, diciendo que la conexión entre el polvo y el caso probablemente no tenía relevancia, pero que podríamos profundizar en el tema al final del día.

Permítanme hablar un poco sobre el tribunal. Hoy testificaron los detectives, así como los policías que fueron los primeros en arribar a la escena del crimen y después el médico legista. Finalmente, el propio John Willis dio testimonio.

 

Detective Allen Potts.

El detective Potts fue asignado a este caso y testificó que no podía haber otra explicación más allá de que John Willis fuera el asesino. Destacando el hecho de que su esposa lo estaba traicionando, y que su hermana estaba a punto de darle una noticia triste, había motivo y oportunidad. Mencionó que parecía un crimen pasional, con excepción de las vigas de madera rotas en el corredor. No había forma de probar cómo se había hecho aquello.

Pero había dos cosas que no tenían sentido para él. Una era el polvo negro esparcido por toda la casa. La otra que John era un hombre pequeño. No tenía las características de alguien que pudiera romper todos los huesos a una persona de forma tan precisa que la hiciera caber en una maleta, tampoco tenía conocimiento médico para lograrlo. Sin embargo, dicho esto, las apariencias pueden resultar engañosas, y no podemos probar que él no haya tenido ese conocimiento. Pero dando continuidad a esa línea de pensamiento, tampoco parecía el tipo de persona que pudiera levantar a su hermana a casi 2 metros de altura y empalarla.

Mencionó que, a pesar de las inconsistencias, creía fielmente que John Willis era culpable.

 

Policía Joanna Presley.

La oficial Presley y su pareja Nathaniel Danwright fueron los encargados de dar seguimiento a la llamada de Willis. Relató que llegó a la escena del crimen y vio a John sentado frente a su casa, con la ropa ensangrentada. No totalmente cubierto de sangre, pero sí de forma significativa. Parecía totalmente perturbado, su comportamiento no se correspondía con el de alguien que acababa de cometer un doble asesinato.

Se rehusaba a ingresar nuevamente a la casa, y repitió en múltiples ocasiones que no ingresaran al ático. También mencionó “está observando y logró lo que quería” en diversas ocasiones. En su declaración inicial, John mencionó que “él bajó del ático. Como ya sabía que lo haría. Rompió mis paredes de una sola vez y arrojó a mi hermana allí. Entonces, cubrió a mi esposa con su capa y cuando la retiró, no era más que una pila de carne y huesos de lo que algún día fue un ser humano. Había una maleta cerca, entonces él la metió allí dentro y la cerró”.

Más tarde se retractó en su declaración, diciendo que en realidad no había visto lo que sucedió, y que por eso no le dijo a los policías sobre la maleta, dejando que la encontraran por su cuenta. Bastante cliché, lo sé.

 

Médico patólogo en jefe Glenn Louf.

Glenn Louf se encarga de realizar las autopsias a los cadáveres. A pesar de las apariencias, las víctimas no murieron como se creía. Ambas fueron sofocadas. Esto significa que Erika vivió durante un tiempo mientras aún estaba empalada en la pared, y Jessica durante el proceso en que todos sus huesos fueron quebrados.

El polvo negro recolectado en la escena del crimen también fue encontrado en los pulmones de ambas mujeres, y el resto de sus órganos vitales mostraba señales de quemaduras, algo que el médico jamás había visto fuera de un caso de muerte por fuego.

El polvo negro fue enviado a análisis, pero no se encontraron correspondencias. No tiene cualidades terrestres. Los científicos que se involucraron en el caso jamás habían visto algo parecido a aquello en toda su carrera. Mucho menos yo.

 

Y entonces, finalmente, la única persona que realmente sabe lo que sucedió, el propio John Willis.

 

Testimonio de John Willis.

John Willis inició su testimonio diciendo que no estaba loco. Insistió en que lo que iba a testificar era la absoluta verdad.

Al menos 2 meses antes de los asesinatos, atravesaba una serie de experiencias extrañas en su casa. En ocasiones todo se ponía extrañamente frío de un instante a otro, las cosas cambiaban de lugar, encontraba un polvo negro esparcido por todos los rincones y estaba seguro de que algo vivía en su ático. Intentó apoyarse en un investigador paranormal, pero no consiguió más que perder el tiempo.

Mencionó que un ser se presentaba en sus sueños a decirle que lo quería. Que eso era todo, pues John era especial. Pero no podía simplemente llevárselo. John tenía que ofrecerse, o se llevaría a alguien que amara. Dijo que jamás se ofreció, y por eso la cosa mató a su esposa. Cree que tomó a su hermana por oportunismo; pues jamás fue un objetivo. Dijo que su esposa tenía planes de irse aquella noche, pues habían tenido una discusión fuerte sobre su relación con otro hombre, así que sacó una maleta del ático, casi tropezando y cayendo mientras bajaba por las escaleras, exclamando un pequeño grito. Dijo que en ese momento se encontraba sentado en la sala de estar, conversando con su hermana sobre los problemas que tenía con Jessica, cuando Erika se levantó para ver lo que había sucedido. John la siguió, y fue entonces cuando sucedió.

almas en pena

La cosa bajó del ático, mientras descendía por las escaleras el yeso de las paredes se iba desprendiendo y las vigas se iban rompiendo. Se volteó y extendió un brazo, levantando a Erika del suelo arrojándola intempestivamente contra las vigas de madera. Entonces, se orientó en dirección a Jessica, envolviéndola con su capa. Se quedó con ella durante unos 10 segundos, y la soltó convertida en una pila de piel y huesos rotos. Después se deslizó hasta la maleta, la abrió, ordenó a Jessica perfectamente en el interior y la cerró casi por completo. Después, regresó al ático.

John dijo que amaba a su esposa sin importarle lo que fuera, y que todavía no recibía las novedades de su hermana, por lo que no tenía ninguna razón para hacerles daño.

 

Se cerró la sesión del tribunal para reanudarla mañana, donde escucharemos los argumentos restantes y haremos una deliberación. Los jurados afectados se dirigieron en grupo al juez, y después a la cafetería para conversar.

El juez mencionó que iba a tomar en cuenta toda la información que presentamos y que conversaría con nosotros por la mañana. Como lo mencioné, fuimos a la cafetería y tuvimos una discusión sobre el tema entre nosotros.

Aparentemente, todos tuvimos el mismo sueño. Los seis experimentamos la misma pesadilla con todos los detalles. Nos preguntamos por qué esto sucedía sólo con nosotros y no con los demás miembros del jurado. Y parece que me salvé por poco el día que fui al hotel.

Trinette nos dijo que sus hijos abrieron la puerta del ático pues creyeron haber escuchado algún animal allá arriba, después una luz sumamente intensa iluminó el pasillo y parecía que la temperatura había bajado a unos 15 grados en la casa hasta que ella logró cerrar el ático.

Mike entró a su casa y vio algo gateando por su sala, dejando un rastro de polvo atrás. Dijo que intentó perseguirlo, pero cuando giró en una esquina del corredor desapareció. Más tarde aquella noche, Mike vomitó una goma negra.

Uno de los miembros del jurado que aún no he citado, Marcus Hightower, dijo que estacionó frente a su casa y vio un rostro en la habitación del segundo piso, y que era “la peor cosa que habían visto sus ojos. Sentía el odio de él dentro de mí y del resto del mundo también”.

Los tres jurados y su familia también pasaron la noche en hoteles.

Hoy es la última noche antes del juicio final. Y sé, independientemente de lo que sea esa cosa, hoy no será la noche en que nos liberará de sus juegos. Tengo una teoría doble sobre su origen. La voy a revelar en la próxima publicación, hoy no quiero parecer un idiota.

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