Soy jurado en un caso muy extraño – parte I

Voy a empezar por aclarar que no daré nombres reales de personas o lugares en este texto, pues sería un acto ilegal. Es ilegal discutir un caso fuera de la corte donde sirves como jurado, y mucho peor es publicarlo en Internet. Una vez aclarado esto, continuemos. Fui llamado para servir como jurado en un juicio que inició hace un par de semanas. Me presenté en el tribunal para hacer algunas entrevistas y unos días después recibí una llamada diciendo que me habían seleccionado. El juicio inició un día miércoles.

jurado en un juicio

Además, desde que este juicio inició una serie de cosas extrañas han sucedido no sólo conmigo, sino también con otros miembros del jurado.

 

El caso.

El hombre que está siendo juzgado lleva por nombre John Willis. Se le acusa del asesinato brutal de su esposa y hermana. John tiene 32 años, se tituló en la Universidad Estatal de Pennsylvania y se mudó a nuestra ciudad por un empleo como ingeniero ambiental. Todo esto no parece tan extraño cuando se dice en voz alta. Pero como dicen algunos, el diablo está en los detalles. Apenas y puedo describir las imágenes de la escena del crimen, y evidentemente no tengo copias de las mismas.

 

Fotografía de la escena del crimen 1.

La primera imagen es fácilmente la más horrenda de las tres que aparecieron en la pantalla. En ella se muestra a la hermana de John, Erika. Fue apuñalada de una forma terrible y está completamente cubierta de sangre. Sin embargo, lo que contrasta en las fotos es el lugar donde se encuentra el cadáver. En el pasillo de la casa de John Willis, donde tuvo lugar el crimen, pareciera que alguien arrancó el yeso de todas las paredes. Después, uno de los soportes de la pared fue quebrado en dos lugares: una vez en la punta, formando una extremidad puntiaguda y dentada y otra en el medio, de forma que la punta se posicionó 90 grados hacia el frente. Erika fue empalada sobre esas astillas a más de un metro del suelo, tan alto que su cabeza pegaría en el techo si estuviera en posición vertical. Fue algo muy perturbador de ver.

escena del crimen 1

 

Fotografía de la escena del crimen 2.

En esta imagen se retrataba a su fallecida esposa, Jessica. Poniendo todo en consideración, lo que sucedió con Jessica posiblemente fue mucho peor que lo de Erika. El cadáver de Jessica se encuentra doblado al interior de una maleta, una maleta pequeña. Pequeña del tipo que puedes llevar contigo dentro del avión. Según pude observar, todos sus huesos habían sido quebrados en las articulaciones, lo que significa un proceso manual con una fuerza absurda. Los dedos de las manos, de los pies, brazos, piernas, costillas, todo estaba roto, pero su piel no presentaba ninguna rasgadura.

La habían doblado de tal forma que las plantas de sus pies mutilados se encontraban niveladas con las orejas, y sus brazos se encontraban doblados hacia atrás en la región del codo, por lo que sus palmas tocaban sus hombros. El simple hecho de observar aquella imagen producía escalofríos.

 

Fotografía de la escena del crimen 3.

No era sólo una foto, eran varias. Aquí se mostraban las condiciones de la vivienda de donde fueron retirados los cadáveres. Marcadores de evidencia señalaban el suelo y las paredes, pero lo más evidente era una especie de sustancia que no puedo describir propiamente. Se parecía al polvo de la tiza, pero negro. Totalmente negro. Se encontraba por toda la casa, tanto en el exterior como en el interior. En el tribunal aún no revelan el motivo.

polvo negro 2

La serie de fotos básicamente muestra la casa ensangrentada, el pasillo donde se encontraban las puertas cerradas para las dos habitaciones y la oficina, un baño abierto y otro cerrado, así como dos entradas al sótano. Cuando se presentaron estas fotografías, recuerdo claramente los ojos de John expresando preocupación mientras le susurraba algo a su abogado.

 

John Willis.

Como ya lo mencioné al principio, John Willis es un hombre de 32 años, titulado como ingeniero ambiental por la Universidad Estatal de Pensilvania. Es un sujeto de altura promedio, aproximadamente 1.70 m y tal vez de 60 kilogramos de peso. Para mí, no parece que encaje en el típico perfil de un intimidador.

Nació aquí y se trasladó a Pennsylvania para estudiar la universidad. Después regresó a su tierra natal cuando tenía 24 años, poco tiempo después conoció a la mujer que sería su esposa. Su noviazgo duró apenas 8 meses.

Siempre fue muy cercano a su hermana, sobre todo después que su padre falleciera cuando tenía 20 años (su madre había muerto de cáncer cuando todavía eran muy jóvenes). Se hicieron más unidos tras el fallecimiento de sus padres; incluso permitió que Erika viviera con él y su esposa en el primer año de su matrimonio (después ella tuvo la posibilidad de hacerse de un hogar sólo para ella).

persona pelo en la carra

En términos generales, John parecía un hombre relativamente reservado. No tenía ningún tipo de historial criminal grave, lo único que figuraban eran dos multas de tránsito, una por estacionarse en un sitio indebido y otra por exceder el límite de velocidad.

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Empezó como cualquier caso del tribunal. La defensa y el fiscal hicieron sus discursos de introducción, bla bla bla. Después, nos presentaron un panorama general de todos los eventos que llevaron al descubrimiento de los cadáveres.

 

La noche del crimen.

Alrededor de las 20:30 horas, John Willis hizo una llamada al número de emergencias para informar que su hermana estaba muerta y su esposa había desaparecido. La parte acusadora presentó la grabación de la llamada, John parecía genuinamente aterrado. El problema fue que, según el propio John, durante todo ese tiempo él se encontraba en casa, sentado en su escritorio, trabajando. Jamás escuchó nada extraño. Declaró que sólo cuando fue al baño encontró a su hermana empalada en el pasillo.

La policía acudió a la residencia, y después de evacuar el lugar, los detectives recorrieron la casa buscando evidencia, fue entonces que encontraron la maleta de mano que estaba con el cierre casi cerrado, excepto por una pequeña abertura al final. Al interior de esta maleta, descubrieron el cuerpo de Jessica Willis grotescamente retorcido.

Al no encontrar evidencia de una entrada forzada o asalto, y sin nada que pudiera probar que alguien externo ingresó a la residencia, detuvieron a John como el principal sospechoso.

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En ese momento nos enviaron a descansar el resto del día. Sin embargo, aquella noche una serie de cosas extrañas empezó a suceder.

 

La primera noche.

alguien observando

Llegué a casa alrededor de las 19:30 horas. Apenas puse un pie fuera de mi auto, experimenté una sensación extraña, como un cliché en una película de terror, sentí que alguien me observaba. Observé los alrededores y no noté nada extraño. Entré a la casa para empezar a preparar la cena y todas las luces parpadearon, después se apagaron. Incluso las luces de la calle se apagaron. Era como si me hubiera quedado ciego. Fui de un lado a otro en la oscuridad, intentando encontrar mi teléfono celular para llamar a emergencias, creyendo que algo malo había sucedido con mi vista.

De repente, la luz invadió mis ojos. Básicamente era lo opuesto a un segundo antes. Mis ojos se ajustaron lentamente y todo volvió a la normalidad. Lo único diferente en mi casa fue que, sobre la mesa de la sala, había un recubrimiento de un fino polvo negro.

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Al día siguiente me dirigí al tribunal y pude ver en los rostros de los otros integrantes del jurado una mezcla entre miedo y confusión. Había una mujer, Jackie, que parecía particularmente despeinada. Le pregunté si todo estaba bien, y entonces empezó a contarme lo que le había sucedido la noche anterior.

 

La primera noche de Jackie.

Jackie se encontraba recostada en su cama, casi dormida, cuando escuchó la puerta de su habitación rechinar como si la hubieran abierto. Creyendo que se trataba del gato, simplemente lo ignoró. Entonces, la escuchó rechinar una vez más como si hubiera sido cerrada. Se sentó sobre la cama y vigiló la puerta. Tuvo la sensación de que algo estaba en esa habitación, pero no podía ver nada. Su gato no estaba en ese lugar, y es una mujer que vive sola. Entonces escuchó el sonido de alguien respirando. Una respiración profunda, gutural, como si alguien estuviera intentando disfrazarla. La mujer se limitó a encogerse en su cama, con el miedo más grande que había sentido en toda su vida.

sombra en un pasillo oscuro

Sintió una presión sobre las sábanas al pie de la cama. Cerró los ojos y se preparó para lo peor. Me contó que, después de lo que pareció una eternidad, escuchó la puerta abrirse nuevamente. Abrió los ojos y la sensación de que había alguien en la habitación se había ido. Sus sábanas habían sido jaladas casi en su totalidad al suelo. Se mantuvo despierta, sentada en su cama, hasta que amaneció. Cuando se levantó, se dio cuenta que en la perilla de la puerta había “un polvo negro parecido al de las fotografías en la escena del crimen”.

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Ese día el tribunal tomó un receso hasta el lunes siguiente por razones no mencionadas. Nada más ha sucedido conmigo hasta ahora, pero está anocheciendo, así que veremos. Les traeré más información después de ir al tribunal.

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9 comentarios en «Soy jurado en un caso muy extraño – parte I»

  1. Solo como un comentario, en un juicio, los testigos no pueden regresar a su casa, se quedan confinados en espacios que la misma autoridad provee para que la información del caso de ninguna manera pueda ser filtrada… pero a pesar de eso muy buena historia.

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