Hijos problemáticos de dictadores malvados

Como dice el dicho: «hijo de tigre, pintito«. Cuando se es un tirano que somete con violencia y terror al pueblo que prometió servir, no se puede esperar que los hijos crezcan siendo buenas personas, pues suelen ser el reflejo de sus padres. Aquí tienes a cuatro pequeños dictadores que seguramente fueron (o son) el orgullo de sus malvados progenitores.

1 – Teodoro Nguema Obiang Mangue.

Teodoro Mbasogo es el actual dictador en Guinea Ecuatorial, una pequeña nación africana que se encuentra bajo la influencia de este hombre desde 1979, año en que renunció el entonces presidente – que, casualmente, era su tío -, para ser juzgado y condenado a muerte en el paredón. Nguema se quedó al frente del país y, desde entonces, se le ha acusado de robo y malversación de fondos públicos. No por nada se encuentra entre los jefes de Estado más ricos del mundo, pese a que comanda un país pobre.

Como si esto no fuera suficiente, algunos rumores lo acusan de perseguir, torturar y asesinar a miembros de la oposición (también se dice que devora algunas partes corporales de sus víctimas). Pero la situación se hace mucho más indignante cuando conocemos a Teodoro “hijo”, que lleva una vida digna de un emperador.

Este retoño del dictador llegó a comprar una mansión en Malibú, California, valuada en US$ 35 millones, también posee un jet privado Gulfstream V valuado en US$ 38 millones y una colección de automóviles exclusivos compuesta por cinco Bentleys, cuatro Rolls-Royces, siete Ferraris, dos Lamborghinis, dos Porsches, dos Maybachs y un Aston Martin. Hace casi dos años, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos intervino ordenando al dictador que devolviera US$ 30 millones a su país, por lo que se vio obligado a vender parte de sus pertenencias.

Resulta que Teodoro “hijo” trabaja como vicepresidente de la GEPetrol (la compañía petrolera nacional de Guinea Ecuatorial), el tercer mayor productor de petróleo en África subsahariana. En múltiples ocasiones los gobernantes del país, es decir Teodoro “padre” y su familia, han sido acusados de crímenes graves como la extorsión, lavado de dinero y corrupción.

2 – Edda Mussolini.

Italia estuvo bajo el mando del dictador fascista Benito Mussolini entre 1922 y 1943. Además de sembrar el terror en la época que estuvo en el poder y derrocar la democracia instaurada en el país, Mussolini formó una alianza con Japón y la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Por si fuera poco, siguiendo el ejemplo de Hitler pasó a perseguir de forma abierta a la comunidad judía.

Mussolini procreó seis hijos, entre estos Edda, conocida por una fuerte personalidad y valentía avasallante. Edda defendió fielmente el régimen que había instaurado su padre en Italia, apoyó a su padre para que participara en la guerra y se declaró una gran admiradora de Adolf Hitler. Sin embargo, de forma totalmente irónica, terminó casada con Galeazzo Ciano, un conde italiano que a pesar de ser fascista, se manifestaba de forma abierta contra las políticas de su suegro y no podía ver a los nazis.

En 1943 el fascismo llegó a su fin en Italia, por lo que Edda y su familia buscaron la protección de los nazis. Sin embargo, a Ciano no sólo le prohibieron la entrada a Alemania, lo llevaron a prisión, lo acusaron de traidor y fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento bajo las órdenes de Mussolini. Fue entonces que Edda rechazó los ideales que había defendido durante toda su vida, y solicitó que en lugar de llamarla “hija de Mussolini”, la refirieran como “esposa de una víctima del fascismo”.

3 – Jean-Claude Duvalier.

François “Papa Doc” Duvalier se considera uno de los dictadores más perversos en el mundo. Los haitianos lo eligieron en 1957 bajo la promesa de una mejor condición de vida para los ciudadanos más pobres de la nación. Poco después de asumir el cargo, Papa Doc instauró un gobierno de auténtico terror durante el que, de acuerdo con algunas estimaciones, habría ordenado el asesinato de unas 60,000 personas.

François Duvalier murió en 1971, pero los haitianos estaban muy lejos de librarse de su maldad. Para mala suerte de esta nación, Papa Doc tuvo cuatro vástagos, entre los que se encontraba Jean-Claude “Baby Doc” Duvalier, que estaba muy lejos de ser considerado una buena persona y terminó tomando el cargo de su padre con apenas 19 años.

Baby Doc fue un niño sumamente consentido y, de acuerdo con algunos rumores, cierto día salió disparando como loco un arma y terminó matando a dos de sus guardaespaldas y al chofer. Después de asumir su puesto como el nuevo dictador de Haití, Jean-Claude no quiso perder la tradición familiar y dio continuidad al régimen de terror. Se le acusó de malversación de fondos públicos y de beneficiarse con las riquezas del país.

Se mantuvo en el poder hasta mediados de la década del 80, cuando una revuelta popular terminó con su dictadura. Falleció en el 2004, a los 63 años de edad. Sin embargo, en Haití todavía perduran las marcas de sangre, hambre, pobreza y desvío de recursos públicos hechas por estos personajes.

4 – Faisal Wangita.

Entre 1971 y 1979, Uganda estuvo bajo la dictadura de Idi Amin, un sanguinario personaje cuya trayectoria fue interpretada por Forest Whitaker en el largometraje “El último rey de Escocia”.

A Idi se le acusa de la muerte de cientos de miles de personas, uno de sus métodos favoritos de ejecución era arrojar sus víctimas a los cocodrilos, y su gobierno se distinguió por una profunda persecución a las etnias de su país, asesinatos, represión política, nepotismo, corrupción, violación de los derechos humanos y una pésima administración económica. Tras ser derrocado, Idi Amin se mantuvo en el exilio durante 24 años hasta el 2003, año en que murió a causa de una insuficiencia renal.

Sin embargo, Idi procreó una cantidad considerable de hijos – algunas estimaciones afirman que fueron 43 -, y uno de ellos, de nombre Faisal Wangita, posee un historial criminal donde se incluye el fraude, posesión de armas, robo y asesinato. Tras el exilio de su padre, Faisal vivió con su madre en diversos países hasta que finalmente se estableció en Inglaterra.

Ahí fue que en lugar de llevar una vida noble y tranquila, Faisal se unió a una pandilla londinense y, en 2007, se involucró en una pelea con una pandilla rival que terminó con varios heridos y la muerte de un joven somalí. El hijo del dictador fue acusado del homicidio y pasó 5 años en la sombra, hasta que finalmente lo deportaron a Uganda.