El Perfecto Idiota Mexicano

No gusta de hacer trabajos domésticos. No tiene gusto ni respeto por los trabajos manuales. Si puede, obstaculiza el trabajo de los que laboran duro. El Perfecto Idiota Mexicano, o PIM, tampoco ayuda en casa por influencia de la madre, quien nunca lo dejó participar en estas tareas – ni siquiera a poner la mesa, mucho menos a tender su propia cama.

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Aquí iba una imagen de cierto diputado panista cuyo segundo apellido es “Prepotente”, pero por razones obvias dejaremos una imagen de Juan Carlos Remolina en la película Chalán.

Tira sus cosas por la casa, en el suelo, en cualquier lugar, simplemente las deja ahí, por el camino. Nadie es como él. Fue criado irresponsable e imprudentemente. Es el tipo de persona que pide un vaso de agua mientras está tirado en el sofá. Y no hace ningún intento por cambiar.

El PIM es un especialista en no hacer, en hacer de cuenta, en empujar con la panza, en hacerse el muerto. Sabe que alguien más lo hará por él. Se desarrolló como un tipo perezoso. Huevón. Que se ancla en los otros, no reconoce sus obligaciones y le encanta sacar provecho. Este es su deporte favorito – transformar a quien tiene cerca en súbditos particulares.

El tiempo del Perfecto Idiota Mexicano vale más que el de las otras personas. Es la madre que se atraviesa en la fila de automóviles en el colegio de sus hijos. Es la mujer que se estaciona en el lugar para discapacitados o para ancianos en el centro comercial. Es la pareja que se atrasa una hora en una cena con los amigos. La ley y las reglas sólo aplican para otros. El PIM no acepta restricciones. Para él, sólo existen los privilegios y las prerrogativas. Un derecho divino – porque él es mejor que todos los demás. Es un defensor del “todo se vale” social, del sálvese quien pueda y del que sea lo que Dios quiera. Sólo tiene ojos para su propio ombligo y los únicos intereses validos son los suyos.

El PIM es un parámetro para todo. Y cuanto más una persona difiere de él, más equivocada está. Es dueño de prejuicios contra los negros, los morenos, los pobres, los del sur, los del centro, los chaparros, los gordos, la gente del noreste, la gente que vive lejos. Es sexista como el infierno. Y aplica la misma lógica: quien no es de su tribu, o de su patio trasero, está mal. Y en ocasiones, incluso aquellos que pertenecen a su tribu ingresan en la molienda de sus prejuicios y calumnias. La discriminación también es un factor del que te volverás objeto si te vuelves externo, y opuesto, a un patrón que reconocen en sí mismo, pero que no le gusta. Es como cuando un narizón protesta contra los narices grandes. El PIM adora esto.

El PIM no anda en metro. En Paris. O en Manhattan. Incluso en Buenos Aires lo adora. Aquí, ni porque le paguen. Mejor una hora de tránsito y $50 pesos de estacionamiento que 15 minutos con los nacos en un vagón. Y es que el Perfecto Idiota tiene una extraña fobia por parecer un pobre. Y el modo más directo de no parecer uno de ellos es evitar los ambientes en los que puede ser confundido con un marginal cualquiera. De ahí el miedo extremo que el PIM tiene por cualquier transporte colectivo.

Lady Chiles
Lady Chiles

Otro modo de nunca aparentar pobreza es pagar caro. El PIM ama pagar cosas caras. Y tiene mucha importancia. No sólo porque, para él, costoso es sinónimo de bueno. Sino, principalmente, porque costoso es sinónimos de “lo tengo” y “puedo”. Este sujeto cree que reclamar los precios, discutirlos o regatear para buscar ofertas es cosa de pobres. Exhibe sus marcas como las esferitas de una árbol de Navidad. Es así que se muestra ante los otros. Si pudiera, le dejaría las etiquetas de precio puestas a lo que viste y carga. El PIM compra para reafirmarse. Esa es su religión. Y no le importan sobrecargar la tarjeta de crédito – tener preocupaciones con las cuentas… eso es cosa de pobres.

El PIM es cleptómano. Su obsesión por tener, y sus costumbre de enriquecimiento material, le hacen que robe el albornoz del hotel, la botellita de bebida del avión y las muestras gratis de perfume en las tiendas departamentales. Toma cualquier producto que está siendo ofertado con una muestra gratis en el supermercado. Incluso si no le gusta. El PIM disfruta de pagar caro, pero adora comer gratis.

El PIM detesta leer. Entonces este texto será inútil, ya que difícilmente llegará a las manos de un Perfecto Idiota Mexicano legítimo, ¿verdad? Pues no. Cualquiera de nosotros corre el riesgo de comportarse así. El Perfecto Idiota Mexicano es mucho más un software que un hardware, mucho más un sistema ético que un determinado grupo de personas.

lady profeco

Un sistema ético que, desafortunadamente, le echó el ojo a México. Este es el caso de la hija de Humberto Benítez Treviño, titular de la Profeco, que amenazó con clausurar un restaurante en la colonia Roma por no obtener la mesa que quería. Está en el uso descarado de las banquetas en las calles. Y está, principalmente, en la luz amarilla del semáforo. En México, esta es una señal para avanzar, que aun da tiempo – mientras que en Japón, por ejemplo, es una señal para detenerse, porque ya no hay más tiempo. Nada traduce mejor nuestra rabia por avanzar sobre otro, sobre el espacio de otro, sobre el tiempo de otro. Parar en el amarillo significa ofrecer una contribución individual en nombre de la colectividad. Y eso es lo que el PIM prefiere morir antes que hacer.

De hecho, basta una prueba muy simple para identificar otras actitudes que definen al PIM: lista las cosas que tendrías que hacer si salieras de México y te fueras a vivir a Berlín, a Tokio o a Sídney. Lavar la ropa, arreglar la casa. Respetar la banqueta para los peatones, tanto a pie como atrás de un volante. Esperar el turno. Comprender que las leyes son hechas para todos, incluso para ti. Aceptar que todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y los mismos deberes – no como ciudadanos de primera clase y excluidos. No ofrecer propinas que puedan ser confundidas con sobornos. Entender que los asuntos públicos son de todos – y no un trozo de carne a disposición para hincarle el diente. Ser honesto, ser justo, no demorarse más de lo que te gustaría que te hicieran esperar a ti. Si algunos de estos códigos sociales te llegan a parecer extraterrestres en algún momento, cuidado: puedes estar contaminado por el virus del PIM. Reacciona, porque mientras nunca erradiquemos esta enfermedad, nunca llegaremos a ser una sociedad que valga la pena.

Texto original de Adriano Silva, adaptación por Marcianosmx.com

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38 comentarios en «El Perfecto Idiota Mexicano»

  1. La parte donde comprar “caro” se mira muy hater, hasta envidiosa. Al final es el propósito de las marcas que venga en todos colores, sabores y precios cada quien paga lo que le gusta y sobre todo lo que puede(estoy muy de acuerdo en la parte que dice q no se fija en las cuentas). Si te incomoda en alguien más que tenga mejores cosas, pues estas bien pend.. creo que la envidia es otro mal del mexicano que el texto no toca.

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  2. Me gustó mucho el artículo, pero no le pondría la etiqueta de “mexicano” pues esa actitud la encontramos en diversos países, adaptando siempre unas cuantas cosas según la ideología, costumbres e historia del país en cuestión.
    Yo simplemente lo dejaría como “el Perfecto Idiota/Imbécil”
    Saludos a todos!

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  3. Jaja Preferir usar el carro que el transporte público aquí en México no es ser PIM sino ser bastante prudente y sino tienes la necesidad para que c.h.i.nga.dos te expones.Invito al que escribió el artículo a usar de a diario porque un día lo hace cualquiera , los microbuses, el metro, el metrobus ,los taxis o el trolebuses para que vea lo que es bueno y te aseguro que va a adorar su auto sea viejo, nuevo, caro o barato. Y lo invito a que los use en zonas no céntricas ni turísticas de la ciudad sino en en barrios o zonas de oficina y comercio y en horas pico donde se puede apreciar y vivir lo eneficientes y peligrosos que son todos estos medios de transportes aquí en el D.F. Y eso de los 15 minutos es una exageración para argumentar tu punto. No lo digo de la manera apropiada porque me censuran.

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    • El hecho de que milesde personas lo hagan (perdon, lo hagamos) a diario muestra que es posible. Hay otras fuerzas en juego en la decision de ser 100% automovilista privado. En cuanto a la seguridad es cuestion de preferencias: ser basculeado en el metro o sufrir un atraco en tu coche mientras estas en el embotellamiento.

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    • Amigo concuerdo contigo, yo viaje por años en transporte público, el único punto bueno que tiene es el precio.

      Ahora manejo mi auto, pago mucho mas en gasolina, seguro, mantenimiento y otros extras pero mi comodidad y tranquilidad valen mas que todo lo que me pueda ahorrar el trasporte público.

      Hace un año por el tema de las contingencias tuve que dejar que mi novia tomara el Metrobus ya que no podia acercarle hasta su trabajo y la deje unas estaciones antes de llegar, bueno resulto ser el viaje mas caro de mi vida ya que le robaron el celular que le regalé.

      Me gusto el artículo pero siento que ese punto es debatible 🙂

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  4. 100% cierto, así somos en general (yo trato de no serlo y hay algunos que tampoco lo son) y luego nos quejamos de nuestros gobernantes, cuando estos son producto de la misma sociedad en la que estamos inmersos todos, en donde el individualismo y el egocentrismo excesivo impera, yo solo yo y despues yo, lo vemos en conductas tan simples como las que mencionas, el tirar la basura donde sea (un poco lejos de mi casa), el no dejar pasar a los peatones en los cruceros y muchas otras “cositas” que desafortunadamente son parte de nuestra cultura.

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  5. Esto desgraciadamente es un problema que nos pasa a todos, tarde que temprano nos sale lo prepotente, lo gandalla, lo gentleman o lo lady… Es una actitud con la que tenemos que estar diariamente combatiendo, tratando, eliminando poco a poco mentimos cuando decimos “yo conozco gente así, yo he visto alguien, mis compañeros son así, se la voy a enseñar a muchos que conozco” la primera persona a la que tenemos que mostrarlo es a uno mismo, empezar a practicarlo en uno, creo que ese es el verdadero fin de este texto.

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  6. Mi estimado Hery, este problema no es solo de Mexico sino de toda Latinoamerica, donde impera la ley del “solo yo y nadie mas que yo”, en Ecuador hay gente que no respeta las filas de los embotellamientos de carros y se quiere pasar por donde sea, invadiendo la vereda o los parterres si es necesario, lo mismo en los estacionamientos o aunque hay lugar para estacionarse, no lo hace sino que se queda en la mitad de la via, y que el que viene atras espere porque asi somos, solo pensamos en nosotros y los demas nos importan un cu….., igual con la ropa y las modas, mientras mas caro y fino es tu ropero mas aniñado eres y es sinonimo de estatus y riqueza y en base a eso te tratan, si te ven cholo o mal vestido, eres pobre y no perteneces a su circulo

    La mentalidad de las personas es muy dificil de cambiar y todo esto por culpa en gran parte de los politicos, que enseñan al pueblo que robar y hacerse rico de la noche a la mañana para publicar su “bien logrados bienes” en instagram y que el cholo de a pie se muera de envidia, es entonces cuando el pueblo cree que eso esta bien y es normal vivir de las apariencias, aunque para lograrlo te toque hacer quien sabe que peripecias

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    • Puede ser verdad – no he estado en otros paises de Latinoamerica -, porque puede tener que ver con la mentalidad española de la epoca colonial. En lo que si discrepo es que la culpa sea de los politicos, es mas bien un caso de causalidad invertida: no es que los politicos causen el mal comportamiento de la masa, sino que los politicos salieron de esa misma masa mal formada y desde esa posicion pueden hacer cosas mas escandalosas, irritantes y dañinas que el ciudadano comun, pero ese mismo ciudadano comun haria lo mismo en cuanto estuviera en vemtaja

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  7. Y el escrito está plagado de razón, los PIM hace en otros países lo que debería de hacer en este, por absurdo y jodido, así son, pero ah claro se dicen ser Mexicanos en fiestas patrias o en algún evento deportivo (que también la plebe sigue) pero cuando le dicen ¿Eres mexicano? Ellos se limitan a responder, si pero ya llevo X años viviendo en X país…

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  8. Fantástico artículo; adapto el PIM al PIA (Perfecto Idiota Argentino) porque bien debes saber que acá sucede exactamente lo mismo que en tu querido México. En parte me recuerda a “El hombre Light” de Enrique Rojas: seres sin esencia ni valores.

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