El maravilloso arte de domesticar

Según el diccionario, el significado de domesticar puede interpretarse como el acto de hacer tratable a una persona con la forma de ser, actuar o hablar. Así de sencillo, impresionar a los demás con el carácter o la forma de ser. Pero, creo que este verbo ha empezado a quedarse rezagado. Quizá me equivoque, pero me reconforta saber que uno de los personajes más sabios en la literatura comparte la misma idea.

el principito y el zorro

En una era cada vez más dinámica, en un mundo donde las personas siempre parecen ir demasiado tarde, perder el tiempo con los demás no forma parte de los planes de nadie. La modernidad líquida y su extrema fluidez significan un problema para las relaciones, esencialmente en lo que respecta a la dificultad para crear lazos.

Dicha dificultad fue percibida con bastante sensibilidad por Saint-Exupéry, y así quedó de manifiesto en su majestuosa obra “El Principito”. En el libro, allí por el capítulo 21, el principito se encuentra con un zorro, un personaje que le transmite enseñanzas sobre el arte de domesticar.

– … Busco amigos. ¿Qué significa “domesticar”?

– Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro. – Significa “crear lazos…”

Domesticar en un arte que ha caído en el olvido. Nadie tiene deseos de perder el tiempo con otras personas, por lo que evitamos crear lazos. Por el contrario, nuestras necesidades buscan relaciones con facilidad para desconectarse (¿alguna vez te preguntaste por qué las redes sociales son tan exitosas?). Construir lazos requiere de muchísimo trabajo y tiempo. Y precisamente el tiempo es lo que nos falta en este mundo líquido.

¿Por qué debería perder el tiempo domesticando a alguien o, mejor dicho, construyendo lazos si cada nuevo día puedo cambiar a los “amigos”? La conclusión es sencilla – cuando me enojo con algunos, los cambió por otros – y lo mejor: las apariencias siempre resultan. Los adultos somos maestros en aparentar, quizá por esto se adapten tan bien a este tipo de relaciones.

Una respuesta a la pregunta anterior puede ser ofrecida por cualquier individuo con un mínimo de honestidad, pues este tipo de relaciones garantizan muchas cosas, pero la amistad no es una de ellas.

Para ser amigo de alguien se requiere saber domesticar, y para domesticar se requiere perder el tiempo. Crear lazos es como construir un puente, pues siempre que no esté bien hecho nos hará caer. Crear lazos significa convertir a alguien simple en una persona especial; pasar de uno entre la multitud a la multitud entre uno. Es decir, requiere de mucho trabajo y a últimas fechas me parece que a las personas no les gusta ensuciarse las manos.

Quizá todavía no comprendan lo que es domesticar. Siendo así, remito lo que un amigo más sabio tiene que decir.

– Claro – dijo el zorro. – Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me “domesticas”, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo…

Quizá ahora comprendan la importancia de crear lazos. Y solamente cuando creamos lazos es que nos convertimos en únicos para los demás. Así, cuando domesticamos a otros nos hacemos importantes para ellos, pues llevamos dentro de nosotros aquello que no encontraron en ningún otro lugar.

Domesticar es un verbo que se complementa directamente con alguien, que entre tantos otros se vuelve único. Y no hay forma de llegar a ser único si andamos siempre con prisa, de forma que nunca estamos presente para ofrecer un abrazo o para descifrar los enigmas de una mirada. Además, resulta imposible comprar un amigo en los centros comerciales o en las tiendas en línea. Se requiere de saber perder el tiempo con los amigos.

Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!

Que aterrador nos resulta perder el tiempo con alguien. Además, la propia expresión “perder el tiempo” resulta controversial, pues no se pierde nada estando con alguien, todo lo contrario, ganamos todo. Sin embargo, por temor o conveniencia olvidamos el significado de domesticar.

Para ser sinceros, crear lazos no es nada fácil, como ya dije, y exige de mucho esfuerzo, paciencia. Paciencia para esperar a que seque ese pegamento que mantiene unidos los lazos. Paciencia para comprender los misterios que se permean desde el otro. Paciencia para conocer, toda vez que “sólo se conoce lo que uno doméstica”.

Como lo último que tenemos es paciencia entonces no domesticamos, y como no domesticamos no conocemos a nadie en realidad. Nos contentamos con pasar por la vida conociendo las apariencias de otras personas. Muy preocupados por aparentar, olvidamos lo bueno que resulta ser importante para alguien, pues cuando somos importantes, aunque dejemos de vivir, seguimos viviendo en el otro… existiendo en función de aquellos lazos que creamos, de todas esas horas “perdidas” domesticando.

Existiendo en cada suspiro. Existiendo en cada nodo que da forma a ese lazo. Y como esos nodos son pequeños, difícilmente podremos apreciarlos con los ojos, pero es un error buscarlos con los ojos, pues “sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”.

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9 comentarios en «El maravilloso arte de domesticar»

  1. Domesticar, nunca me gustó esa palabra, creo que deberíamos reinventar una palabra más preciosa para describir ese sentimiento, los lazos y la fortuna de tener a alguien de compañía. Domesticar abarca tanto significado, tanto dolor para el mundo animal y que si me hablan de eso rápidamente lo asoció con ello. Creo que en nuestro idioma español todavía no está esa palabra.

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  2. que triste….dice el zorro “no hay comerciantes de amigos”, lo triste es que si los hay ya, se llama facebook y su negocio son los “amigos”, como dicen en la pelicula oldboy (muy buena por cierto) rie y todo el mundo reira contigo, llora y lloraras solo, en facebook tienen muchos amigos pero de los 2000 amigos que puedas tener los 2000 no alcanzan para hacer uno solo, cuando mueran los facebookseros, quien hara el cortejo? una plaquita pegada al ataud, que diga 2000 amigos lo siguen en su ultimo recorrido ?

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  3. Me hiciste recordar que así empecé con un novio al que aún quiero mucho aunque ahora sólo somos amigos… ambos decíamos que nos estábamos domesticando cuando empezamos a conocernos… y aunque la parte romántica terminó, para mí el sigue siendo único en el mundo, y se que yo para él también lo soy Ü

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  4. Let me apologize to begin with
    Let me apologize for what I’m about to say
    But trying to be genuine
    Was harder than it seemed
    And somehow I got caught up in between

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