Coyolxauhqui

Coyolxauhqui era una antigua diosa de la mitología azteca. Sus padres eran Mixcóatl y Coatlicue, además era hermana del dios solar Huitzilopochtli así como de los Centzon Huitznahuas, un grupo de cuatrocientos dioses estelares. Su nombre en náhuatl se traduce como “cara pintada con campanas”, debido a unas minúsculas campanas doradas que adornaban su rostro.

Se decía que, cuando la Luna aparecía grande y roja, era posible apreciar estas campanas. Las representaciones más comunes de Coyolxauhqui suelen ser de su cabeza en forma de disco, con marcas de las campanas en las mejillas, pendientes con el año solar y esferas aladas sobre su frente. En su representación de cuerpo entero, porta un cinturón de calaveras, que serían de las cabezas de sus hermanos.

Algunos historiadores de la época prehispánica creen que Coyolxauhqui pudo haber sido una divinidad aún más primitiva, relacionada con la fertilidad de la tierra y los hombres. Su hermano habría sido un dios de la guerra y la disputa entre ambos sería una forma en que un culto guerrero se hiciera con el liderazgo político y social de la población.

En la mitología.

El principal mito que involucra a Coyolxauhqui es el nacimiento de su hermano Huitzilopochtli. Cierto día, cuando Coatlicue desempeñaba sus labores sagradas, una bola de plumas de colibrí cayó sobre ella, dejándola embarazada. Furiosa por la deshonra de su madre, Coyolxauhqui convocó a sus 400 hermanos y decidió asesinarla, en un intento por evitar el nacimiento de un hermano bastardo.

Pero Coatlicue tuvo conocimiento de la situación y apresuró el nacimiento de Huitzilopochtli, que logró salir del vientre de su madre, totalmente crecido y armado para dar batalla. El dios decapitó a Coyolxauhqui y a sus cuatrocientos hermanos, arrojando sus cabezas al cielo donde dieron origen a los astros del firmamento. La cabeza de Coyolxauhqui dio origen a la Luna y las cabezas de los Centzon Huitznahuas formaron las estrellas.