¿Cómo le hacíamos sin dentista?

Antes de que se inventara la profesión de cirujano dentistas, la humanidad tuvo que pasar por verdaderos infiernos para tratar los problemas dentales. Médicos, monjes e incluso barberos ejercían el oficio que, durante mucho tiempo, estaba meramente limitado a la extracción – con mucho, pero mucho dolor.

Caravaggio (Michelangelo Merisi) - óleo
Caravaggio (Michelangelo Merisi) – óleo

Hace tres años se descubrió en Eslovenia una de las evidencias más antiguas de la existencia de un “dentista”. Se trata de un diente que data de hace unos 6 mil 500 años que presentaba un relleno de cera de abeja en la corona. Los estudios revelaron que el material se aplicó en el periodo próximo a la muerte del individuo, pero no fue posible saber si antes o después. En caso de que haya sido antes, probablemente fue para reducir el dolor provocado por una abertura en las capas de esmalte.

Una serie de tablillas de arcilla atribuidas a los antiguos sumerios y que datan del 2750 a.C. hacen referencia a ciertos procedimientos quirúrgicos en la mandíbula. Provenientes de esa misma época y en la región de Mesopotamia, se descubrieron algunas piezas para la limpieza dental, como palillos de metal. En el Medioevo, los que tomaron la delantera en la odontología fueron los monjes del catolicismo que también hacían pininos en medicina, ejecutando algunas cirugías, ya que tenían un mayor acceso al conocimiento que la generalidad de la población. Cuando la iglesia prohibió esta práctica, quienes quedaron a cargo fueron los barberos, quienes habían aprendido la práctica de los religiosos.

Más adelante, y por mucho que cueste creerlo, aquellos que tenían un dolor dental podían acudir a un mercado público. La profesión de dentista solía ejercerse de una forma muy rudimentaria por practicantes que se instalaban en ferias y mercados para ofrecer servicios de extracción y tratamiento dental, como quien ofrece unas naranjas. Esta práctica aún se encuentra vigente en algunas zonas marginadas de países como la India.

La odontología empezó su cambio en torno al año 1700, cuando aparecieron nuevos instrumentos, como alicates mucho más eficientes, y profesionales especializados. Pierre Fauchard escribió en 1728 El Cirujano dentista o Tratado de los dientes. Aproximadamente dos décadas después, Claude Mouton publicaban el primer trabajo relacionado con una prótesis dental y, en 1756, Philip Pfaff publicó sus innovadores trabajos. Dos años antes, en 1754, se habían creado unos alicates especiales para la extracción de los terceros molares. El motor y el ruido, que provoca pesadillas a todos los pacientes, no aparecerían sino hasta a finales del siglo XIX, pero se convirtió en lo que conocemos hoy hasta el siglo XX.

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6 comentarios en «¿Cómo le hacíamos sin dentista?»

  1. Tratamiento para dolor de muelas: mojar un algodon con vodka y ponerlo en la zona afectada de la dentadura, repetir el proceso cada hora y ya cuando empieces a ver doble, ya estas listo para que te tumben la muela de un chongazo

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