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Resulta difícil decir qué es más adorable en el videoclip Ma’agalim de la banda de música folk de Tel Aviv, Jane Bordeaux: si la música o el increíble trabajo de animación por parte de Uri Lotan, director y productor del video, que ya trabajó como animador para Pixar y Disney.
Martin Molin es un músico sueco que quedó tan fascinado cuando descubrió las máquinas de canicas que decidió fabricar una. Pero este sujeto realmente se tomó las cosas en serio y con 2,000 canicas decidió armar un instrumento musical programable. El aparato consta de 3 mil partes donde se combinan un tambor, un bajo, un vibráfono y otros instrumentos que son impulsados por una manivela.
Si te gusta el sampling, el mundo de los sintetizadores y el universo de los secuenciadores, no cabe duda de que terminarás enamorado de esto.
Michael C. Hall, mundialmente conocido por interpretar al protagonista de la serie de televisión Dexter, cantó en vivo en el programa The Late Show With Stephen Colbert, el primer sencillo del nuevo álbum de David Bowie, “Blackstar”.
El resultado es bastante interesante, échale un vistazo a continuación:
Si te saltaste la tanda de videos, debes echarle un vistazo a este sí o sí. Caravan Palace es lo que podríamos definir como una mezcla entre Daft Punk con Django Reinhardt. Si no lo sabes, Reinhart fue un violinista guitarrista que ayudó en la popularización del jazz gitano, esas melodías que los cabarets franceses de la década del 30 se encargaron de inmortalizar.
Una canción que se lanzó hace 37 años ha sido elegida por la ciencia como la canción que provoca más bienestar a quienes la escuchan: “Don’t Stop Me Now”. Estamos de acuerdo en que no es la única canción más alegre jamás compuesta, y que los gustos varían de persona en persona, pero según el estudio, es un claro ejemplo de la fórmula de la felicidad musical, que debe contar con los siguientes elementos en la ecuación: tempo acelerado (unas 150 pulsaciones por minuto) + letra alegre + tonalidad mayor = música feliz.
