Mucha gente pasa la mayor parte de su vida cuidándose de no ofender a las demás personas, preocupándose de ser lo suficientemente agradable para los otros o preguntándose si están siendo juzgados. Es un comportamiento estúpido y que no hace bien al bienestar de nadie, pero sin embargo es socialmente aceptado y a veces hasta promovido. A continuación te presentamos la guía definitiva para que deje de importante un carajo lo que otros opinan de ti.