Clara tenía nueve años recién cumplidos cuando sus padres la trajeron a mi consulta. Según ellos, la pequeña era de carácter fuerte. Al parecer, estalló en cólera durante el recreo después de perder un juego. Y en aquel arrebato de rabia le rompió la nariz a un compañero de clases. Un temperamento complicado.
Creepypasta
¿Disfrutas de las historias de terror? En Creepypasta encontrarás toda clase de relatos que van desde el terror psicológico hasta esa clase de pesadillas que se quedan con nosotros para toda la vida. Las historias aquí contadas emanan de aquellos temores más profundos que poseen los usuarios de Internet. La única característica en común entre todos estos relatos es que son ficticios… o quizá no.
La casa en la colina
La casa en la colina siempre resultó motivo de especulación para los habitantes del pequeño pueblo cercano. Se decía que estaba encantada y que ninguna familia duraba más de seis meses viviendo allí. Pero cuando los Fernández se mudaron, parecía que todo sería diferente.
El perro más fiel
Cuando todavía era muy joven sucedieron dos cosas que cambiaron mi vida. Nos mudamos a esta casa espantosa y, meses después, mamá y papá llegaron con la pequeña Sandy. Antes de esto último, solía pasar la mayor parte del tiempo disfrutando del exterior. Pero, cuando la pequeña Sandy llegó a casa supe que nunca podría separarme de ella.
Todo lo que hay que perder
“¿Estás segura de que te vas a comer todo eso?”. Aunque me lo preguntó con delicadeza, sus palabras se sintieron como un gancho al hígado. Mi esposo se paró detrás de mí y empezó a masajear mis hombros lentamente mientras yo retiraba las porciones del plato. Como siempre, él tenía toda la razón. Habían pasado varios meses desde el nacimiento de mi pequeña hija y todo ese peso que gané durante el embarazo se mantenía igual.
Creo que soy la última persona en la Tierra
La primera fue mi hermana, una pequeña de 8 años muy amable y gentil. Me parecía muy inteligente, por lo que todavía no me explico los motivos que la llevaron a adentrarse sola en el bosque. Éramos extremadamente cuidadosos. Mamá nos enseñó a diferenciar entre la cicuta virosa y la chirivía de vaca.
La muerte entra a un bar
Todos dejaron lo que estaban haciendo cuando la figura que portaba una guadaña y vestía túnica negra atravesó la entrada del bar. Cada uno de los ojos en aquel recinto la siguieron meticulosamente mientras caminaba hacia la barra. Y con cada paso que daba, el mango de la guadaña golpeaba el suelo de madera produciendo un eco sepulcral.