El caso Wandervögel, el ataque de un oso pardo

El Incidente del equipo Wandervögel de la Universidad de Fukuoka con un oso grizzly fue un hecho que acaeció en el mes de julio de 1970, en las inmediaciones del Monte Kamuiekuuchikaushi (1979 m sobre el nivel del mar) que forma parte de las montañas Hidaka, en Hokkaidou, al norte de Japón.

Los accidentes que involucran a alpinistas y a osos grizzly son muy raros, rara vez llegan a alcanzar siquiera el 1% de las muertes o lesiones. La mayoría de estos encuentros salvajes se produce durante la caza o en la pesca, donde el individuo está concentrado en su actividad y en sitios donde el sonido no se propaga muy bien debido a una densa vegetación, esos son los factores determinantes para encontrarse cara a cara con un oso. En dicha circunstancia el animal puede sentirse en peligro, habitualmente escapa… o ataca. Sin embargo, estos casos son extremadamente raros entre los escaladores.

Pero un oso que insiste en rondar los campamentos, como sucedió a las víctimas de este caso, provoca un miedo indescriptible en las personas. En este artículo expondremos un caso muy particular con base en la información de los sobrevivientes.

El equipo Wandervögel de Fukuoka, estaba integrado por 5 estudiantes.

• Kazutoshi Takesue, el líder, con 20 años y estudiante de economía.
• Shunji Taki, el segundo al mando, con 22 años y estudiante de derecho.
• Morio Kooroki, un estudiante de ingeniería de 19 años.
• Yoshiharu Nishii, estudiante de derecho de 19 años.
• Yoshitaka Kawahara, estudiante de economía de 18 años.

 

El primer y segundo ataque.

El día 14 de julio de 1970, los cinco integrantes del equipo se adentraron en la montaña Memuro hacia el norte, con la intención de atravesar las montañas Hidaka. Siendo las 3 horas con 20 minutos de la tarde del día 25, decidieron montar un campamento en un gran glaciar de circo llamado Kyuu en la región norte del monte Kamuiekuuchikaushi.

Luego de comer, siendo aproximadamente las 16 horas, y cuando todos se encontraban dentro de la tienda, avistaron un oso a unos 6 o 7 metros de su posición. Al principio, el oso apenas miraba con curiosidad, pero pronto empezó a hurgar entre las mochilas que habían quedado en el exterior y a comer los suministros del grupo.

Apenas tuvieron oportunidad, los alpinistas tomaron sus mochilas y las arrastraron al interior de la tienda. Al hacer fuego, ruido con sus utensilios y conectar la radio, el oso decidió irse luego de 30 inquietantes minutos (este se consideró el primer ataque).

Hacía las 21 horas, los jóvenes despertaron y escucharon el soplido de un oso que había hecho una rasgadura en la tienda del tamaño de su puño. El grupo decidió que turnarían la vigilancia en grupos de dos personas cada dos horas (este fue el segundo ataque).

 

La disputa.

La vigilia duró hasta las 3 horas de la madrugada del 26 de julio. Mientras el equipo se preparaba para levantar el campamento, aproximadamente a las 4 horas y 30 minutos, el oso volvió a aproximarse.

El animal intentó entrar a la tienda y los chicos en una acción de reflejo intentaron asegurar la lona y el armazón iniciando un verdadero “tira y afloja” con el oso que duro unos 5 minutos. Finalmente, los estudiantes se dieron por vencidos y corrieron hacia la cima de la colina, alejándose de la bestia unos 50 metros. El oso destrozó la tienda y extrajo las mochilas, llevándolas una por una hasta una zona de arbustos y escondiéndolas allí (este sería el tercer ataque).

Por órdenes del líder Takesue, se decidió que el sub-líder Taki y Kawahara tendrían que descender la montaña y llamar a un cazador.

Alrededor de las 7 de la mañana, mientras descendían, el sub-líder y su compañero encontraron en Hachi, un área más abajo de Kyuu, a un grupo de 18 integrantes de la asociación de amigos Hokkaidake (alumnos de la Universidad de Hokkai) y le solicitaron el apoyo.

Ambos le pidieron prestado al grupo una estufa, alimentos, combustible, un mapa y trataron de regresar al sitio donde habían dejado a sus tres compañeros.

 

Ataques al atardecer.

A las 13 horas del día 26, sobre la línea de la cresta de Kamuiekuuchikaushi, el grupo se volvía a reunir con Taki y Kawahara. En ese mismo sitio encontraron a un grupo de la Universidad de Tottori, y a otro grupo de estudiantes de la Escuela Tetsudou Chuo.

A las 15 horas, el grupo decidió montar un campamento en la cumbre de la colina, resolviendo que ese sitio era seguro. Aproximadamente a las 16 horas, el oso volvió a aparecer. Los jóvenes huyeron y observaron al animal durante aproximadamente una hora y media.

Cerca de las 18 horas, los 5 miembros deciden reunirse en la tienda del grupo de la Universidad Tottori, para tal fin los miembros del grupo Wandervögel, tratan de descender la colina a toda prisa.

Alrededor de las 19:30, y a unos 70 metros de la cumbre, se dan cuenta de que el oso los persigue y todo el mundo se echa a correr colina abajo en un estado total de pánico.

Nishii fue quien avisó de un ataque inminente y Kawahara fue la primera víctima, siendo atacado por la espalda luego de esconderse en el tronco de un pino caído. El hombre se quebró defendiéndose lo mejor que pudo, pero el líder Takesue dijo haber visto a Kawahara huir hacia el campamento Tottori, arrastrándose con una pierna lesionada.

El líder Takesue logró reunirse con su compañero Taki, y con silbidos empezaron a llamar a todo el equipo, pero sólo Nishii respondió al llamado. Escucharon a Kooroki responder a unos 30 metros más abajo de donde se encontraban, pero nunca llegaron a verlo, fue descubierto por sus pertenencias y gracias a sus anotaciones se supo que sobrevivió hasta las 3 de la madrugada del próximo día 27.

A las 20 horas, el líder Takesue, Taki y Nisshii deciden que pasarán la noche en la cima de una roca. Los integrantes del campamento Tottori, prepararon dos fogatas y sonaron sus silbatos en un intento por defenderse de los osos, pero algún tiempo después, los miembros del grupo de Tottori descendieron de la montaña y se fueron.

 

El último ataque.

El día 27 tuvo una mañana con una espesa niebla. Los 3 jóvenes iniciaron sus actividades a las 8 horas de la mañana y luego se disponían a descender de la roca, pero se encontraron cara a cara con el oso. El líder avanzó abriendo camino a sus compañeros, dándole unas sacudidas a la bestia y corriendo colina abajo, inmediatamente fue perseguido por el animal, desapareciendo de la vista de Taki y Nishii.

El líder Takesue seria encontrado muerto tiempo después.

Los dos sobrevivientes restantes decidieron avanzar evitando la depresión de la colina, hacia donde se había dirigido el líder, llegando hasta el área de Hachi para descender de la colina poco después. A las 13 horas, llegaron a la obra de una presa en construcción y pidieron un auto prestado a los funcionarios. A las 18 horas los 2 sobrevivientes finalmente reciben abrigo en la estación de policía de Nakasatsunai.

 

Una noche solitaria (anotaciones de Kooroki)

Durante la noche del día 26, Kooroki se separó del resto del grupo y en medio del miedo y la soledad, tomó notas en su cuaderno de todo lo que le sucedía. “No tenía idea de lo que pasaba allá abajo. Solo escuchaba los sonidos que el oso hacía. Como no hay nada que pueda hacer, no tengo otra opción que quedarme aquí toda la noche… »

Logró ver las llamas del fuego que había preparado el grupo Tottori y trato de llegar hasta allí, sin embargo, el oso localiza a Kooroki y lo hace huir buscando un refugio en la cima de un acantilado, desde donde comienza a lanzar piedras contra la bestia:

«Tiré piedras de 15 centímetros, apuntando a su nariz. Acerté. El oso se alejó, se sentó y se quedó observándome. Pensé que sería devorado por él… decidí correr lo más rápido que pude.»

Kooroki corre víctima del pánico, sin mirar atrás, y finalmente llega a la tienda de su campamento, solo para constatar que no queda nadie más allí.

«No sé por qué, pero cuando cerré mi saco de dormir, sentí una cierta seguridad y me quedé más tranquilo. Pensé en el resto del grupo, pero en una situación como esta, realmente no tengo nada que hacer. El sonido del viento y la vegetación me provocan malestar y no consigo dormir. Rezo para que el grupo Tottori y el grupo Wandervögel, consigan reportar lo que sucede y que el rescate venga.»

Se tranquilizó y un poco después decidió comer en la tienda, pero la situación no mejoraba.

«Tengo la intuición de que puede aparecer el oso, y de nuevo me encierro en el saco de dormir. Quiero volver a ver Hakatta (tierra natal de Kooroki)»

Frases que demuestran tristeza como esa se repiten en las notas.

A las 7 de la mañana decide que descenderá la montaña. Se viste y se prepara una bolsa de arroz, pero apenas sale de la tienda:

«El oso está a unos cinco metros encima de mí. No tengo como salir y ahora me quedare en la tienda.»

Letras temblorosas escritas con trazos desesperados son interrumpidas:

«Hasta las 15 horas… (Ilegible) ¿Será que los otros miembros ya descendieron la montaña? ¿El grupo Tottori y el grupo Wandervögel lograrían conseguir ayuda? ¿Cuándo vendrán salvarme? La inseguridad es total y es muy aterradora…»

Kooroki fue atacado y asesinado en el interior de la tienda.

El día 29, el oso que atacó al grupo Wandervögel fue muerto a tiros por unos cazadores. Su estómago fue examinado y se constató que el animal no comió la carne de sus víctimas, lo que en ese momento hizo suponer que el animal había atacado por pillería, con más intención deliberada por causar daño que por sentirse amenazado.

El examen constató que trataba de una hembra de 4 años, que aún no se había apareado. Los osos pardos suelen criar hasta los 2 años de edad. Los cazadores que aniquilaron al oso, probaron un poco de su carne, según lo dispuesto por el código de la montaña.

 

Alteraciones en el objetivo de ataque.

En 1985, después de 15 años del accidente, la asociación de osos pardos, emitió un informe basándose en los relatos de los montañistas y los cazadores implicados en el caso.

En el informe, se mencionó que el factor primordial que condujo al ataque, habría sido el hecho de que los estudiantes recogieron nuevamente las mochilas que el oso había movido.

Del primer al tercer ataque, el animal no tenía la intención de atacarlos, sólo quería la comida que había en las mochilas, por esa razón los estudiantes no sintieron tanto temor durante esos primeros ataques.

Los ataques de osos a seres humanos generalmente se resumen en intentos de proteger a sus crías, en los encuentros repentinos donde el animal se asusta, es para defender su comida.

En el caso del accidente, por más que las mochilas hubieran sido necesarias para los estudiantes, no debieron recogerlas una vez que el oso comió de ellas, en la mente de la osa, ellos robaron algo que le pertenecía.

Estas mochilas fueron hurgadas y hurtadas por la osa y recuperadas por el grupo un par de veces, hasta que las acciones del animal comenzaron a ser más atrevidas, culminando en los ataques directos a los estudiantes.

Es posible que aquel juego de fuerza desde el tercer ataque, (el «tira y afloja» con la tienda de campaña), haya modificado los valores en la mente del animal, haciendo que divisara a los jóvenes como “obstáculos” y por lo tanto “enemigos”, razón por la que el oso se convirtió en un animal tan persistente y feroz.

Los cadáveres se encontraron mordidos y arañados, estaban con el abdomen destrozado y con las piernas excavadas, sin embargo, con base en los informes y la disección del animal, parece evidente que el oso no atacó con el fin de alimentarse.

Al parecer, el accidente era inevitable a medida que los ataques del animal crecían en intensidad.

Pero en esa misma reunión, en 1985, los locales comentario que «los osos pardos huyen con el ruido de la radio o con gritos«, y también quedo constatado en los informes, que «los estudiantes tuvieron numerosas oportunidades para escapar de la bestia.» La conclusión de este análisis fue: «Si hubieran tomado la decisión de bajar la colina en la brevedad de lo posible, o se hubieran unido a otro grupo, el accidente podría haber sido evitado».

Con respecto a porqué no tomado la decisión más lógica de huir inmediatamente, se explicó basándose en el informe que:

1. Las mochilas contenían dinero y otros objetos de valor indispensables.

2. Resolvieron llevarse la tienda y las mochilas.

3. No descendieron inmediatamente abandonando el equipo, pues no lo encontraron razonable con base en su cronograma y debido a que no sabían nada acerca de osos salvajes, ignorando por completo el peligro que corrían.

Estos puntos sirven hasta nuestros días para explicar el accidente y para evitar nuevos ataques en la región.

La osa fue disecada y en la actualidad se encuentra en exhibición en el centro Satsunaigawa de las montañas Hidaka. Es impresionante que todo este incidente haya sido causado por un animal tan pequeño. Sin embargo, hay que tener en cuenta la cantidad de fuerza que puede llegar a poseer estos animales.

NOTA: En los albores del siglo XX, nació una moda entre la población joven, consistía en hacer viajes grupales por los campos y montañas con el fin de fortalecer el cuerpo, la mente y entrar en contacto con la naturaleza. Dicho movimiento ganó el nombre de Wandervögel, que en traducción libre del alemán significa “aves migratorias”, título que adoptó la sección de estudio de la Universidad Fukuoka y que dio el nombre a este incidente.

Referencias:

yabusaka.moo.jp/hukuokadai-higuma.htm
w.livedoor.jp/book-wiki