Agustín de Iturbide: Lo bueno, lo malo y lo feo.

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Agustín de Iturbide (1783-1824)

LO BUENO: Consumador de la Independencia.

En 1820, Agustín de Iturbide fue comisionado para terminar con la resistencia insurgente de Vicente Guerrero; después de varios reveses militares prefirió elaborar un plan distinto: pactar con los insurgentes, cesar las hostilidades, unir fuerzas y terminar con diez años de guerra.

Iturbide proclamó el plan de Iguala, se convirtió en el jefe del Ejército Trigarante, logró la adhesión de casi todas las tropas realistas e insurgentes y firmó con Juan de O’Donojú los tratados de Córdoba que reconocían la independencia de México. El libertador hizo su entrada triunfal a la capital mexicana el 27 de septiembre de 1821, consumando así la Independencia.

LO MALO: Ferocidad anti insurgente.

Agustín de Iturbide ingresó en su juventud al ejército realista. Durante las primeras etapas de la guerra de Independencia combatió con ferocidad a los insurgentes. La dureza y crueldad que evidenció en los campos de batalla -fusilaba sin empacho a sus enemigos-, se extendió a la población civil que mostraba la más mínima simpatía con la causa independentista.

Su momento cumbre como miembro de las huestes realistas fue derrotar a José Ma. Morelos en 1815, pero empañó sus méritos militares con escándalos de enriquecimiento ilícito, abuso de autoridad y conducta violenta. El virrey Calleja se vio obligado a removerlo de sus funciones militares en 1816.

LO FEO: La ambición, su perdición.

Consumada la Independencia, Iturbide nombró una junta de gobierno que lo designó presidente y decretó para él un sueldo de 120 mil pesos anuales, excluyó a los veteranos de la insurgencia y, ávido de poder y gloria, movilizó a sus partidarios para proclamarse emperador.

Agustín I de México no supo defender su corona. Su ambición y la oposición de los republicanos derrocaron al imperio. Exiliado en Londres recibió noticias de que la Independencia de México peligraba y regresó. Ser el consumador de la Independencia no fue suficiente para salvarlo de ser fusilado, y juzgado, como traidor.

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9 comentarios en «Agustín de Iturbide: Lo bueno, lo malo y lo feo.»

  1. Nadie va a venir a difamar a mi varón Iturbide, el nunca tuvo la ambición de ser emperador, él quería traer a un reysito o algo así de España. Así que shush y bezoz en sus potos de parte de mi amix Vana

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  2. esta nota no es masa que errónea, nunca se fue a Inglaterra, era un gobernante amado por su pueblo y uno de los mayores héroes de la historia nacional aun que muchos no se lo reconozcan  

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    • Nadie lo amaba, mentiroso. Eso les enseñan en sus colegios religiosos. Por eso NADIE del pueblo salio a defenderlo a el, ni a su imperio cuando se le vino abajo el changarro. Iturbide era un reaccionario , enemigo del pueblo y brazo armado del clero, la Iglesia lo patrocinó para pactar con Vicente Guerrero para lograr la independencia, pero no porque les importara la independencia de México (la iglesia hasta 1820 siempre estuvo EN CONTRA de la independencia) sino para protegerse de la constitución liberal española de Cadiz, que les quitaba privilegios a la iglesia y HORROR! permitía la tolerancia religiosa

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    • Concuerdo totalmente contigo!
      El nunca fue ambisoso, el nunca quizo ser emperador!
      Y puede que cada autor escriba diferente pero ahí depende de la persona que se informe y saque buenas conclusiones. En mi opinión si van a publicarlo INVESTIGEN, no copien algo de lo que nisiquiera estan informados;)

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      • Claro que quiso ser emperador, y el muy sinverguenza se quiso dar vida de super lujo en un país devastado, la traidora iglesia católica fue la única que queria a este inepto doble-cara en el poder, porque siempre han soñando con el día en que volvamos a la era medieval regidos por reyes, controlados por el vaticano

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