9 consejos de filósofos de la antigüedad para las relaciones

En la Antigua Grecia los pensadores no se limitaban a reflexionar sobre política, muerte y naturaleza. De hecho, algunos de estos celebres personajes llegaron a concebir ideas muy interesantes (o por lo menos absurdas y divertidas) sobre las relaciones. A continuación te presentamos una lista de consejos sobre el matrimonio y noviazgo. En lugar de una guía para ser la pareja ideal, estas recomendaciones nos revelan mucho sobre lo que pensaban en la antigüedad de las relaciones y el papel de la mujer, algo que no es completamente diferente a lo que vemos hoy.

1 – Aceptar la quisquillosidad de la persona amada.

En Moralia (Obras morales y de costumbres), un compendio de ensayos y discursos de Mestrio Plutarco, el historiador ofrece una recomendación para sus amigos recién casados. El texto tiene mucho parecido con un discurso de bodas y está enfocado especialmente en la esposa. El griego explica que los hombres, como los animales, se ven fácilmente perturbados por determinados sonidos o colores – algunos hombres “no pueden soportar ver el rojo o el púrpura”. Es responsabilidad de la mujer descubrir las cosas que molestan a su marido y evitarlas, para que así vivan en “constante gentileza” uno con el otro.

2 – Desafía a tu amor para descubrir quién ama más al otro.

Cayo Musonio Rufo, un filósofo estoico romano, elaboró una serie de discursos sobre la relación entre el matrimonio y la filosofía. Para este hombre, el matrimonio perfecto es aquel en el que la pareja invierte todos sus esfuerzos para agradar y mostrar devoción al otro. Si los dos se comprometen con la idea de agradar más al otro, el resultado en una convivencia feliz, estable y “digna de envidia”. Por otra parte, el egoísmo es la fuente de todos los problemas: “cuando cada quien atiende sus propios intereses olvidándose del otro… el matrimonio está condenado al fracaso”, escribió el romano.

3 – No uses pociones de amor para amarrar a un esposo o esposa.

En la literatura y el cine hay incontables ejemplos de personas a las que todo les sale mal cuando intentan conquistar a la persona amada a través de medios poco éticos. Una vez más Plutarco, comparándonos con los animales, hizo una analogía entre pescar y conseguir un esposo: aquella mujer que intenta ganarse el cariño de un hombre a través de pociones, de la misma forma que una persona que pesca utilizando veneno, haciendo que el pez sea “imposible de comer”, no consigue lo que desea. “Las mujeres que usan pociones de amor y hechizos en sus esposos […] se descubrirán casadas con unos tontos”.

4 – Diviértete con la persona que amas, o lo hará sin ti.

Plutarco pensaba que el matrimonio era una unión tan poderosa al grado que transformaba a dos personas en un solo individuo. Por eso, es necesario pasar tiempo con la pareja, para divertirse y reír juntos. En caso contrario, la diversión se encontrará fuera de la casa. “Hombres que no se divierten con sus esposas las están enseñando a que procuren sus propios placeres lejos del esposo”, escribió el griego.

5 – Tu suegra probablemente será una celosa.

¿Creías que la suegra incómoda es un tema reciente? Para nada. Plutarco señaló posibles episodios de celos y dio un consejo muy franco: se hace necesario ser cauteloso cuando se trata de la relación entre madre e hijo. “Una forma de sanar la hostilidad es crear afecto por ella, sin afectar la relación de la madre con su hijo”.

6 – Para que una relación funcione, los dos deber ser buenas personas.

Rufo creía que en una relación ideal participan dos individuos “virtuosos”. El matrimonio simplemente no funcionaría si ambos fueran “malas” personas o si solo una de ellas fuera buena. ¿Y qué entendía por buena persona el filósofo? “Poseer autocontrol, ser justo y respetar el carácter y el alma”.

7 – No te conviertas en adultero.

En su concepción de matrimonio, Rufo rechazaba por completo la idea del adulterio, alegando que “iba contra la naturaleza y era algo vergonzoso”. Además reconoce que algunos de sus contemporáneos no pensaban de la misma forma, especialmente cuando se trataba de sexo con esclavas el romano decía que también estaba mal. “Si un hombre cree que no está mal tener relaciones con su propia esclava, especialmente si es soltera, pregúntenle cómo sería si su esposa tuviera relaciones con un esclavo”.

8 – Pero si tu pareja te engaña, es porque “te respeta demasiado”.

Plutarco no tenía los mismos principios que Rufo. Al relatar la historia sobre los reyes persas que enviaban a sus mujeres lejos cuando querían emborracharse y sostener relaciones sexuales con sus concubinas, el filósofo los defendía, argumentando que los reyes simplemente no querían exponer a sus mujeres a episodios lascivos. “Las mujeres de los reyes persas se sientan al lado de los reyes y comen con ellos”, explica Plutarco. “La mujer no debe reclamar ni enojarse, y debe entender que el respeto del rey por ella lo lleva a dividir su comportamiento lascivo con otra mujer”.

9 – El tiempo fortalece la relación.

Para Plutarco, las relaciones no hacen más que fortalecerse a medida que pasa el tiempo. Al dar un consejo a los recién casados, el filósofo hace énfasis en que se debe tener cuidado con la discordia, que puede debilitar la relación. Pero “después de un tiempo, cuando realmente estén conectados, no podrán ser separados ni por el fuego ni por el acero”, reflexionó el griego.