Los gatos no son las únicas mascotas que atacan la Navidad, y es que no existe época más indicada para que los perros muestren sus habilidades de destrucción que la Navidad. Totalmente hartos de desgarrar pantuflas, zapatos, sillones, cojines y periódicos, cuando se encuentran frente a un imponente árbol decorado con toda clase de artilugios, es como si tuvieran una visión terrenal del paraíso tras meses alimentándose de pura basura.
Sí, algunos perros intentan comerse la navidad, otros pretenden robarla e incluso esconderla. Y como resultado de todas estas maldades, se quedan sin el regalo de Santa Claus por su mal comportamiento.
Interesados en mostrar la Navidad en su verdadera esencia, decidimos seleccionar a los peores enemigos declarados de las fiestas de fin de año. Aunque causen daños y frustración, tenemos que admitirlo: ni siquiera cometiendo delitos contra la orden navideña pierden su ternura. Échales un vistazo.
El perro que explotó la Navidad. !Allahu Akbar!
El que se come TODOS los regalos.
El perro que ganó en la pelea contra el árbol.
Rodolfo El Reno siendo atacado de forma poco piadosa.
Los que intentaron ayudar con la decoración.
El típico perro ovolactovegetariano.
Este de aquí solo pretendía experimentar la Navidad.
“¿Qué yo hice qué? Anda, demuéstramelo”.
Los adornos nunca son suficientes para el árbol, y una nariz le viene bastante bien.
¿Habías visto a un perro tan emocionado por las luces navideñas?
Sembrando la discordia.
Abriendo los regalos.
O simplemente evitando que los humanos los abran.
Completamente encendido.
El verdadero anticristo.
Misión: dejarle al gordo vestido de rojo un ambiente de trabajo en pésimas condiciones.
“En esta Navidad decidí hacer algo distinto. Hoy seré el nuevo pino de la familia”.
El perro que se comió la navidad.
Creyeron que el día de los Reyes ya había llegado.
Vandalismo: perro protesta contra la música de las luces chinas.
Usurpando al niño Dios.
Confundiendo un poco los regalos.
“Familia, hice unos pequeños retoques a la decoración navideña”
Con esa cara… quién puede enojarse.
Que bello.
Con tal que no dañen el pavo/chancho/pollo o lo que sea que este en la mesa, no me aguito, pero si tocan eso, sin comentarios….