10 castigos extremos e injustos

Una de las formas más fáciles de analizar qué tan avanzada es una civilización es juzgando su sistema de justicia. Aunque existen muchas discusiones sobre si la pena de muerte es o no un castigo aceptable para cualquier tipo de crimen, nada nos impide analizar las leyes antiguas y sus castigos hacía ciertos crímenes para darnos cuenta de que eran demasiado duras. También tenemos leyes que van en el sentido opuesto, posibilitando que crímenes atroces quedarán en la total impunidad sin casi ningún castigo.

libro antiguo

Clarence Darrow, un abogado de origen estadounidense, dijo alguna vez: “No hay tal cosa como la justicia, dentro o fuera de los tribunales.” Dale una mirada a 10 castigos extremos que no hacían justicia a los crímenes cometidos.

10. La pena de muerte de los aztecas

aztecas

Los aztecas iban demasiado lejos cuando se trataba de castigar a los criminales que cometían delitos en la sociedad. Ciertamente no eran nada reservados a la hora de aplicar la pena de muerte, que se sentenciaba no sólo para delitos graves como los asesinatos y las violaciones, sino también por delitos insignificantes tales como mover las demarcaciones entre los límites de una propiedad, la brujería, la difamación y el escándalo público. Los episodios de intoxicación pública también solían ser castigados con la pena de muerte, pero sólo cuando se trata de infractores jóvenes.

Ser declarado como culpable de alguno de estos delitos no significaba que automáticamente se hacía una sentencia de muerte. Había un salvoconducto, donde aquellos a quienes perjudicó el acusado podían hablar en su nombre para eliminar la sentencia, llevándoselo como un esclavo en su lugar.

En lo que sería una aplicación absolutamente barbárica de la pena de muerte en nuestros días, incluso si los niños menores de 10 años agredían a sus padres podían ser condenados a muerte. Los niños que simplemente despreciaban a sus padres podían esperar recibir una paliza por parte del tribunal. Hasta los hijos nobles podían ser condenados a muerte por el simple hecho de ser cobardes o por faltarle el respeto a sus mayores.

Para niños y adultos, la pena de muerte se podía ejecutar de diferentes formas, como el destripamiento, la decapitación o la extracción del corazón.

 

9. Ejecuciones de cañón británico

cañon

Punjab, actualmente un estado indio, estuvo bajo el dominio de Gran Bretaña a mediados del 1800, y como muchas otras colonias británicas de aquellos tiempos, los habitantes no estaban nada contentos con la idea. Para mantener a las masas bajo control, las tropas británicas ejecutaban a los que participaban en disturbios de una manera absolutamente espantosa y sangrienta: los desgraciados que eran declarados culpables de sus crímenes eran amarrados a la boca de un cañón, y luego, el arma era disparada.

La muerte instantánea era, probablemente, el único consuelo de aquellos que esperaban en la fila a su ejecución. Testigos presenciales de este cruel método describen a los cuerpos volando, cabezas ennegrecidas, hombres sucios ensangrentando disparando el cañón, y un olor a pólvora y muerte. El 15 de febrero de 1862, un grupo de 12 hombres fueron ejecutados por disturbios con balas de cañón de 4 kg que atravesaron sus espaldas.

 

8. El extraño Código de Hammurabi

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El Código de Hammurabi es conocido por replicar un sistema de justicia conocido como Ley del Talión, “ojo por ojo, diente por diente“, pero vale la pena aclarar que eso sucedía apenas entre dos individuos en conflicto pertenecientes a la misma clase social. Menos conocida es la posición del código respecto a las acusaciones falsas – en realidad, acusaciones que no podían ser comprobadas en los tribunales.

Cualquiera podía acusar a cualquier otra persona de cualquier cosa, pero más le valía cerciorarse de tener las pruebas suficientes, o sería el acusador quien fuera condenado a muerte. En algunos casos, eso dependía menos de las pruebas y más de la capacidad de natación del acusado. Un método utilizado para demostrar la inocencia de un acusado era tirarlo a un río. Si la corriente lo arrastraba o se hundía, los dioses lo habían declarado culpable. Por el contrario si lograba nadar hasta la orilla, era declarado inocente, y la persona que le había levantado los cargos sería ejecutada.

También estaban sujetos a la pena de muerte los ladrones, ya sea que hubieran tomado posesión de bienes robados sin saberlo. Sin embargo, si alguien decía que compró ese objeto robado a un comerciante, este comerciante iría a parar al tribunal – y consecuentemente, el comerciante era juzgado como un ladrón -, donde él sería el único ejecutado. Al mismo tiempo, si el propietario de la supuesta mercancía robada no tenía a nadie que apoyara su afirmación, sería condenado a muerte por el “falso informe”.

 

7. El primitivo Código de Ur-Nammu

plata monedas

Aún más antiguo que el Código de Hammurabi es el Código de Ur-Nammu, un código sumerio de legalidad que data de entre 2112 y 2095 a.C. Existe apenas en fragmentos recuperados por la Universidad de Pennsylvania (EE.UU.) y el Museo Británico, los investigadores creen que en este se inspiraron los escritos posteriores de Hammurabi.

Algunos contenidos son semejantes a otros documentos, como la pena de muerte para los asesinos. Entre tanto, ciertos castigos en el Código de Ur-Nammu son más que cuestionables en la modernidad. Si un ciudadano violaba a otro, esto era castigado con la muerte. Si la víctima de violación era “sólo un esclavo”, lo único que el violador tenía que hacer era pagar 1.66 onzas (unos 47 g) de plata.

La violación también es tratada en el Código Sumerio que data de alrededor del 1800 a.C. Cuando un hombre violaba a una mujer y, en seguida, se comprometía a casarse con ella, todo quedaba en el olvido y la víctima se convertía en la esposa de su violador. Si el hombre afirmaba que la mujer se encontraba sola fuera de la casa, y él sabía que ella pertenecía a una familia u hogar, el violador también era perdonado.

 

6. El Código de Teodosio

valle cruz

Codex Theodosianus o Código de Teodosio data del 429 d.C., y fue elaborado por Teodosio II para consolidar la ley en la Roma de los tiempos de Constantino. Basándose principalmente en la doctrina cristina, el código dejaba en claro que religión era la aprobada. Todas las iglesias debían ser entregadas al control de la Iglesia Católica, y aquellos que no siguieran sus dogmas debían ser considerados como herejes. Los herejes, como era de esperar, eran castigados con severas multas y hasta con la muerte.

Las personas que no predicaban las enseñanzas católicas fueron consideradas dementes y locas, destinados a sufrir la ira divina después de la muerte. Aquellos que se revelaban contra la iglesia o simplemente manifestaban ideas diferentes eran despojados de sus derechos como ciudadanos. Cualquiera que era sorprendido haciendo una ofrenda a otro dios era ejecutado, así como aquellos que no fueron capaces de aplicar dichas sanciones. Convertir a un ciudadano del catolicismo también era un delito penado con la muerte.

 

5. Leyes draconianas

muerte

La palabra “draconiano” está innecesariamente asociada con algo riguroso y bárbaro – por una buena razón. Las primeras leyes escritas de Atenas fueron atribuidas al gobernador Dracón, que figuró en la historia en torno al 621 a.C. Estas leyes eran bastante simples: cualquier crimen era castigado con la muerte. ¿Asesinato? Pena de muerte. ¿Robo de una lechuga? Pena de muerte. ¿Vagancia? Pena de muerte.

Había una especie de lógica distorsionada detrás de esto. Dracón creía que hasta el más pequeño de los crímenes era tan horrible e imperdonable que hasta el más insignificante de los criminales merecía morir. Supuestamente, para escribir estas leyes se utilizó sangre en lugar de tinta, pero no durarían mucho. El sucesor de Dracón, Solón, derogó todas las leyes, salvo la pena de muerte por asesinato.

 

4. El extraño Código de Nesilim

embarazo

Nesilim era el nombre que la población que conocemos como hititas se puso a sí misma. En la cima de su poder, su territorio abarcaba gran parte de lo que actualmente es Turquía y se extendía hasta Mesopotamia.

El Código de Nesilim, que data de 1650-1500 a.C., implicaba un castigo por golpear a una mujer embarazada con tal fuerza que le provocara un aborto. Si ella se encontraba en la etapa final del embarazo, esto equivalía a una multa de 10 antiguos siclos. Aunque es imposible decir exactamente a cuánto equivaldría en moneda actual, la pena por ser sorprendido en posesión de un esclavo fugitivo era de 50 antiguos siclos. Las mujeres esclavas apenas ganaban cinco siclos si una paliza resultaba en un aborto espontaneo.

La violación también era abordada en este código de forma muy cuestionable. Si ocurría fuera de casa, el hombre era declarado culpable y condenado a muerte. Pero si la violación ocurría al interior de la casa se consideraba culpable a la mujer y ella era la condenada a muerte.

Aún más extrañas son las descripciones y castigos extremadamente específicos para los diferentes tipos de bestialidad que se pueden encontrar en el código. Cualquier individuo declarado culpable de cometer el acto con un perro o un cerdo recibía la pena de muerte, pero si se trataba de un caballo o una mula, el único castigo sería que no podría volver a presentarse ante el rey. Si se trataba de una vaca, el rey era quien decidía si la persona vivía o moría. ¿Y si el buey era quien montaba al hombre?, el “castigo” era reemplazar al hombre por una oveja y luego matar a los dos animales. Si un hombre era montado por un cerdo, sin embargo, no había castigo para ninguna de las partes involucradas.

 

3. Las Doce Tablas

fuego

Las Doce Tablas fueron las primeras leyes escritas conocidas en Roma, datan aproximadamente del año 450 a.C. Si bien abordaban un amplio espectro de la vida romana, algunas partes calcan a la perfección el pensamiento de la época.

Un niño que cometía el crimen de simplemente haber nacido deforme, debía ser asesinado. Y el castigo por el delito de haber nacido mujer era vivir bajo la atenta mirada de un tutor, ya fuera un padre o marido. Hacer una acusación falsa sobre alguien también era castigado con la muerte, de la misma manera que lanzar una maldición. Robar la cosecha de un agricultor significaba ser sacrificado a la diosa Ceres, mientras que comenzar incendios cerca de las casas significaba que el responsable debía ser incendiado también.

 

2. Las disparejas leyes mesopotámicas

divorcio

Fechadas entre el 2250 y el 550 a.C., muchas leyes de Mesopotamia fueron recuperados en fragmentos. Pero con esto poco que sabemos es más que suficiente.

Si un pescador o administrador era convocado para presentarse ante el rey y este no aparecía en persona, perdería la vida. Las leyes respecto a los divorcios también eran bastantes unilaterales: si el marido dejaba a la esposa estaba legalmente obligado a pagar una pequeña multa de plata. Sin embargo, si la mujer abandonaba al marido, esta debía ser arrojada a un río. Del mismo modo, para el crimen de un niño que se declaraba independiente de su padre, él podía ser vendido como un esclavo. Si se declaraba independiente de su madre, sin embargo, significaba que debía abandonar su hogar y negar su herencia.

 

1. Código de Asiria

mujer con velo

Datado en el año 1075 a.C., el Código de Asiria era una compilación de las leyes que gobernaban a los habitantes de asiria. Según este, las mujeres que eran juzgadas como honorables tenían que llevar un velo en público. Claramente aquí no se incluían a las prostitutas y esclavas, por lo que si llegaban a utilizar velo en público, se les desnudaba, recibían 50 latigazos y les vertía alquitrán caliente sobre la cabeza.

Se especificaba que era totalmente aceptable que un hombre golpeara a su esposa. Pero interferir de alguna forma con la plantación de sus vecinos podría llevar a la persona a ser castigada con 100 latigazos, perder un dedo o ser condenado a un mes al antiguo equivalente asirio de servicio a la comunidad.

Las relaciones sexuales entre hombres estaban estrictamente prohibidas y el castigo era la castración. En cuanto al adulterio, si se producía con una mujer casada, el hombre saldría libre y sin consecuencia alguna, pero el marido de la criminal podría exigir su venganza de la forma que mejor le placiera.

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6 comentarios en «10 castigos extremos e injustos»

  1. Las leyes fueron hechas para proteger a las poblaciones, con eso se reducía el índice de crímenes, pues la gente ya tenia el conocimiento de lo que podía suceder.
    actualmente somos mas ¿civilizados?, pero con mas inseguridad

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  2. Castigos duros? sin duda

    Habría que ver el indice de delincuencia en cada una de esas culturas.

    Digo, para tener el panorama completo y no satanizar culturas como la MEXICA (azteca no) que su indice de delincuencia era asombrosamente bajo.

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  3. En la cultura prehispánica los sacrificios estaban reservados a los ganadores de los torneos de juego de pelota y a los grandes guerreros, no eran sacrificios por castigo. Los aztecas llevaban el cabello largo, así que cuando alguien cometía una falta, como robar, les cortaban el cabello. Así todo mundo sabia que esa persona cometió un delito grave y su castigo era el repudio de la sociedad. En caso de que el delito mereciera la muerte, esta se ejecutaba mediante la “lapidación”, que consistía en apedrear hasta la muerte al condenado.

    Que alguien me desmienta y confirme lo que esta escrito en este post.

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  4. Que bueno que hemos avanzando mucho, hasta hace algunos años las leyes en Mexico castigaban mas severamente a quien robara ganado que a quien matara una mujer

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